10 momentos que marcaron el ciclismo profesional de 2022
Con el año 2022 tocando a su fin, llega la hora de volver la vista atrás para recordar los momentos más espectaculares de una temporada que no ha defraudado a los aficionados al ciclismo. En la retina quedan espectaculares cabalgadas en solitario, descensos vertiginosos y violentos ataques. Esta es nuestra selección de las jornadas más espectaculares que hemos podido disfrutar a lo largo del año.
Los diez momentos de la temporada 2022 con los que más hemos disfrutado
Habitualmente muchos suelen añorar el ciclismo de los años 80 y 90 recordando el carácter ofensivo y con un cierto descontrol que existía en aquellas carreras. Los más viejos del lugar incluso aluden a los 70, recordando los duelos entre Merckx y Ocaña, y más atrás, nos tenemos que fiar de lo que cuentan las crónicas, a menudo relatos con mucha literatura basados en declaraciones recogidas aquí y allá ante la limitada difusión en directo de las pruebas.
Por suerte, en estos últimos años, con la llegada de una hornada de ciclistas jóvenes y que, con total descaro, no rehuyen ninguna batalla, estamos disfrutando de una nueva edad de oro que calla la boca de los agoreros que achacaban a pinganillos y potenciómetros la decadencia del espectáculo prestado por el ciclismo.
RECOMENDADO
Es por ello que no ha sido fácil elegir los 10 mejores momentos de una temporada que finalizó ya hace varios meses pero que de la que aún mantenemos en nuestra retina episodios de ciclismo de muchos quilates. Pasen y disfruten.
1. París – Niza: 8ª etapa
Tradicional etapa plagada de puertos por los alrededores de Niza para sentenciar una carrera que Jumbo-Visma había llevado hasta el momento controlada a su antojo en favor de Primoz Roglic. De hecho, en la primera jornada de la carrera se permitieron en lujo de poner un ritmo infernal en el repecho que conducía a la llegada, cortando a todo el pelotón y llegando destacados Primoz Roglic, Wout Van Aert y Christophe Laporte.
En esta última jornada llegaba Roglic con una cómoda ventaja de 47 segundos respecto a Simon Yates que, en una jornada fría y lluviosa, desató las hostilidades desde lejos. En la parte final de la prueba, cuando parecía que la diferencia estaba controlada, Primoz Rogliz comenzaba a mostrar debilidad. Suerte tuvo de tener a su lado a un inconmensurable Wout Van Aert que fue capaz de subirle casi en brazos en la última ascensión del día para, en un tremendo trabajo en los posteriores falsos llanos y bajada hasta Niza, prácticamente neutralizar la ventaja del británico.
2. Milan – San Remo
Con ansia, como todos los años, esperábamos la llegada de la Classicissima, el primero de los monumentos de la temporada, que se presentaba con una larga lista de posibles aspirantes a la victoria en la que es calificada por muchos como la clásica más fácil por su perfil prácticamente llano y la más difícil de ganar por la incertidumbre de cómo responderán las piernas tras casi 300 km ante el violento final que siempre nos depara esta prueba.
Subida espectacular al Poggio con Wout Van Aert y Pogacar tratando de romper la carrera, y arriba, una espeluznante bajada de Matej Mohoric, que había coronado en 5ª posición, que nadie pudo seguir y le permitió presentarse en solitario en la meta de San Remo. Tras la prueba trascendió su secreto para la victoria: había equipado su Merida Scultura con una tija telescópica como las que se usan en mountain bike lo que le permitió tener mayor control de la bici y mejor aerodinámica como para ganar esos segunditos en la bajada que a la postre fueron decisivos.
3. Strade Bianche
La clásica de las carreteras blancas de la Toscana sigue postulándose, pese a tratarse de una prueba joven y un kilometraje inferior al de otras clásicas, como el hipotético 6º monumento, deparándonos en las últimas temporadas imágenes de ciclismo de antaño.
No estaba siendo sin embargo demasiado reseñable esta edición salvo por la aparatosa caída que sufrió Julian Alaphilippe, las primera de varias que han mermado la temporada del entonces Campeón del Mundo.
Tuvimos que esperar hasta la parte más dura del Monte Santa María, punto álgido de la prueba, donde un portentoso Tadej Pogacar vio claro el momento para desatar un furibundo ataque en las rampas más duras de esta ascensión. Únicamente Carlos Rodríguez era capaz de reaccionar ante tamaña ofensiva y nos hacía soñar durante unos kilómetros con dar caza al esloveno y poder disputar la victoria. No pudo ser, el esloveno se mostró intratable, llegando destacado. Eso sí, Alejandro Valverde nos regaló un segundo puesto de mucho mérito tirando de oficio y demostrando que, en la temporada de su retirada, aún seguía atesorando mucho ciclismo en sus piernas.
4. Tour de Flandes
La semana de los adoquines que comienza con la disputa del Tour de Flandes y concluye con la París-Roubaix es, sin duda, uno de los momentos más esperados del año para los aficionados al ciclismo por lo icónico de estas pruebas.
En esta edición 2022 se nos planteaba la duda de lo que sería capaz de hacer un Tadej Pogacar que, en un atípico calendario para un ganador de Tour de Francia, debutaba sobre los muros flamencos. Días antes ya había mostrado maneras en algunas de las pruebas que preceden al segundo monumento, aunque también había quedado patente su falta de experiencia en estas carreras, tan difíciles de leer.
No fue así en el Tour de Flandes donde fue él quien destrozó la prueba en el último ascenso a Oude Kwaremont. A su rueda, quién si no, un Mathieu Van der Poel que no había tenido un buen comienzo de año tras tener que finalizar abruptamente su temporada de ciclocross por una lesión de espalda. Lo intentó el esloveno en Paterberg sin resultado. Parecía que todo se decidiría en un sprint a dos, pero a pocos metros de la llegada a Oudenaarde, fueron capturados por sus perseguidores. Mathieu hizo valer su punta de velocidad para lograr su mejor resultado del año mientras que Pogacar se veía superado y tenía que conformarse con un amargo 4º lugar.
5. Lieja-Bastoña-Lieja
Con los adoquines atrás y con el Giro de Italia a la Vuelta de la esquina, las clásicas de las Ardenas son un momento peculiar en el que clasicómanos y vueltómanos se entremezclan para regalarnos pruebas de incierto desenlace. Como sorprendente, aunque no por ello inesperado fue el desarrollo de La Decana, 4º monumento de la temporada, y en la que un prodigioso Remco Evenepoel nos regaló una exhibición que hacía años no se veía en esta carrera.
Remco volvió a convertir en mítica la cota de la Redoute, antaño tan decisiva y que en las últimas temporadas había caído en la intrascendencia por su lejanía a meta por un lado y por la introducción de la Roche aux Faucons con el fin de endurecer la parte final de la carrera, en el punto caliente de la carrera. A 30 kilómetros de meta, justo en el falso llano que corona La Redoute, ese momento donde las piernas piden unos segundos de oxígeno para liberar el lactato acumulado por la intensidad del ascenso, fuel el momento elegido por Remco para lanzar una inapelable ofensiva a la que nadie fue capaz de dar respuesta. Soberbia cabalgada que lo llevo a anotarse esta prestigiosa prueba.
6. Tour de Francia: 4ª etapa
Tras un anodino comienzo en tierras danesas, el Tour de Francia retornaba a tierras galas con una nerviosa etapa por tierras normandas entre Dunkerque y Calais. Una jornada en la que Wout Van Aert, liberado de sus funciones de gregario en este inicio de Tour para buscar el maillot verde de la clasificación por puntos, tenía en su punto de mira tras repetir tres segundos puestos en las jornadas que habían iniciado la ronda gala.
No quiso sorpresas Van Aert. Una pequeña cota a 10 kilómetros de meta le sirvió para abrir unos segundos de hueco sobre el grupo. Un ávido pelotón sobre el que sostuvo una exigua diferencia en estos 10 km totalmente llanos en un alarde de poderío que le sirvieron, no sólo para encaminar de forma clara su liderazgo en la clasificación por puntos sino también para afianzar el maillot amarillo, conquistado merced a las bonificaciones, que luciría a lo largo de casi toda la primera semana en la que nos continuó regalando nuevos momentos de auténtico disfrute, como el memorable trabajo para sus líderes en la etapa sobre los adoquines de la París-Roubaix.
7. Tour de Francia: 11ª etapa
Tras una primera toma de contacto con la montaña en la Planche des Belles Filles, llegaba el Tour a los Alpes y nos ofrecía una monstruosa jornada que, pese al kilometraje moderado, incluía en su trazado el regreso al Col de Granon, solamente ascendido en una ocasión previa y que nos regaló la victoria de Eduardo Chozas. Un coloso que llegaba precedido del mítico enlazado Télégraphe-Galibier.
Pocos podían esperar lo que vivimos en esta jornada cuando al inicio del Galibier comenzó un carrusel de ataques por parte de los líderes del Jumbo-Visma Primoz Roglic y Jonas Vingegaard tratando de desarbolar la resistencia del entonces líder Tadej Pogacar, quien fue respondiendo a todos los órdagos sin ningún atisbo de temor o de tirar de sangre fría y dejar hacer. Incluso sería él quien pasaría a la ofensiva en la parte final de puerto en una etapa disputada a la antigua usanza.
Sin embargo, la defensa del esloveno claudicaría en las rampas del Col du Granon donde una pájara, también una imagen sacada del ciclismo de otros tiempos le hacía claudicar y dejar la clasificación general en bandeja a un sólido Jonas Vingegaard que obtenía recompensa a la valiente táctica llevada a cabo por él y sus compañeros.
8. Tour de Francia: 12ª etapa
Al día siguiente, de nuevo el Galibier, pero en sentido contrario, nos permitía disfrutar de una de esas imágenes que los canales de televisión nos pondrán en bucle cuando se recuerde esta temporada 2022 y que en las redes sociales merece una publicación de esas recurrentes que cada poco tiempo reaparece.
Tras la guerra por la general de la jornada anterior, se preveía un día para que una fuga pudiera lograr la victoria en un escenario tan icónico como el Alpe d’Huez. Por ello que vivimos una tremenda lucha por la misma en la parte inicial en la que se estableció un pequeño grupo por delante durante la subida al Galibier que parecía la selección definitiva.
Nadie esperaba que en los últimos metros de la ascensión Tom Pidcock arrancara desde el pelotón y en un tremendo alarde de técnica cuesta abajo, apurando cada centímetro de carretera en las curvas, sin que nadie más que un renacido Chris Froome, que rodaba intercalado en tierra de nadie, fuera capaz de seguirle lograra enlazar con la cabeza. El desenlace ya lo conocemos, haciendo valer su clase en las 21 curvas del Alpe d’Huez para lograr su primera victoria en el Tour de Francia en uno de los escenarios soñados por cualquier ciclista.
9. Clásica de San Sebastian
Tras elegir no disputar ni Giro ni Tour, Remco Evenepoel había vuelto a la competición de forma tranquila en el Tour de Noruega, prueba de menor nivel en la que se impuso con total contundencia. Por ello, y por la exhibición que había brindado un par de años antes en este mismo escenario, partía como uno de los principales favoritos a la disputa de la Clásica de San Sebastián.
Lo que no esperábamos, siendo como iba a ser, uno de los hombres más vigilados y con aquellos que acababan de terminar el Tour de Francia en plena forma, vivir el desenlace que se produjo. Subida Erlaizt y ni corto ni perezoso, Remco lanzaba su ofensiva, a la que únicamente Simon Yates trata de responder de forma infructuosa. El resto, repetición de lo vivido en Lieja, con una inapelable cabalgada que lo llevó hasta las calles de la capital guipuzcoana para añadir así una nueva txapela a su colección.
10. Mundial de Ciclismo Wollongong
El mundial 2022 que se disputaba en tierras australianas se presentaba abierto a las sorpresas dado el trazado elegido para la ocasión, que sobre el papel, no mostraba la dureza suficiente para romper la carrera pese al kilometraje de una prueba como el Mudial. Incluso no eran pocos los que hablaban de una posible llegada al sprint. Prueba que comenzaba movida tras la baja en los primeros kilómetros de otro de los posibles aspirantes a la victoria como era Mathieu Van der Poel, tras un incidente en el hotel que acabó con el ciclista declarando en comisaría y regresando a la cama a altas horas de la madrugada.
Sin embargo, pudimos ver una de las carreras del año, con movimientos importantes desde antes de de llegar al circuito final y un importante corte en el que conseguía filtrarse Remco Evenepoel y que prosperaba ante la indecisión del resto de favoritos en la parte trasera. Un Remco Evenepoel que llegaba a la cita mundialista tras triunfar con contundencia en La Vuelta a España y que en Wollongong tampoco especularía, lanzando un duro e inesperado ataque a falta de de 2 vueltas para el final que, tras la tercera cabalgada del año le permitió imponerse en solitario y cerrar por todo lo alto una temporada maravillosa.