¿Qué sucede cuando te caes en bici?
El que montó en bici lo sabe, y el que no es que todavía no ha montado lo suficiente. Antes o después -y más pronto que tarde- todos acabamos probando el sabor del suelo, sea la tierra que surca un biker o el asfalto por el que transitan los ciclistas de carretera. Este artículo es uno aviso a los "vírgenes" que todavía no hayan pasado por esa situación. Una caída en bici, especialmente si es relativamente dura, conlleva un proceso de readaptación en el que nos debemos enfrentar a nuevo fantasmas, los del miedo, la inseguridad y la ansiedad haciendo algo que hasta entonces solo nos había dado alegrías. Estas son sus cinco fases.
Las 5 fases de una caída en bici
- El primer paso es la negación. Si puedo agarrar mi bicicleta y seguir pedaleando será que este dolor no es nada importante, que no tendré que pasar por el médico, que mañana agarraré mi mountain bike y volveré a pedalear.
- El Segundo paso es la ira. Te duele todo el cuerpo, tengas o no lesiones de gravedad, y estás tan magullado como si llegases de una fiesta de gatos furiosos. Lo quieres pagar con alguien, bien sea con el compañero de grupeta que hizo un movimiento inadecuado y te obligó a intentar la maniobra que acabó con tus huesos sobre el suelo, o bien con tu propia estupidez, falta de pericia o concentración. Eso depende del carácter de cada uno.
- En tercer lugar llega la ansiedad, que puede ir en dos direcciones. Si estás curtido en esto y a nivel psicológico la caída en bici no te ha afectado en absoluto, la ansiedad será por volver a montar. ¿Por qué el médico me obliga a reposar dos semanas, si no me he roto nada? ¿Por qué las piezas de repuesto tardan tanto en llegar? ¡Necesito pedalear! Si por el contrario empezamos a sentirnos inseguros, atención a este post que ya escribimos.
- La cuarta fase es la depresión, llamémosla así. La inactividad es algo muy difícil de llevar para una persona activa, más si viene acompañada de dolores, dificultad para dormir y demás inconvenientes. Y es que el deporte es una fuente de felicidad, necesaria para mantenernos positivos y altos de ánimo.
-
El regreso siempre es complicado. Incluso los que en el punto tres no albergaban duda alguna, es imposible que el subconsciente no nos juegue malas pasadas las primeras horas o los primeros días. Una imagen que se cruza en nuestro cerebro y nos lleva a no ir al límite en una bajada, a ir demasiado tenso sobre la bici, pueden llegar a ser circunstancias contraproducentes.
Afortunadamente, salvo en los casos más extremos, el tiempo, el apoyo de los compañeros, una pequeña pausa o incluso la ayuda profesional lo curan todo. Una caída en bici no debe acabar con tu pasión.