5 puntos que debes revisar en tu bici antes de cada salida
Levantarse un sábado apurando hasta el último minuto, coger la bici con la hora pegada para llegar al punto de encuentro con los compañeros de grupeta, dar un par de pedaladas y encontrarte con la frustración de un problema mecánico que da al traste con la salida antes de empezar. Unas comprobaciones básicas nos pueden evitar este mal trago. Te contamos las 5 cosas que has de verificas antes de cada ruta para que esta situación no se vuelva a repetir.
5 puntos que deberías revisar antes de cada salida
Neumáticos
La presión de nuestros neumáticos es un aspecto esencial en el agarre que nos ofrecen y en nuestra seguridad en la carretera. Aunque conviene inflarlos a la cifra adecuada minutos antes de la salida, en especial si utilizamos cámaras de látex, que al ser más porosas sufren una progresiva pérdida de aire, no está de más hacer una comprobación la noche anterior. No serías el primero que va a coger la bici y se encuentra la rueda pinchada. Así mismo, haremos una pequeña inspección visual para comprobar que no hay cristales o piedrecitas incrustados en la goma que nos pudieran provocar un pinchazo a los pocos kilómetros.
Transmisión
Nada hay más exasperante que un cambio que se niega a subir a la corona deseada o un plato que no baja cuando llegamos a ese rampón del 10% que siempre se nos atraganta. Mantener la transmisión limpia es una de las tareas de mantenimiento básicas para contar con una bici en perfecto funcionamiento. Si no somos especialmente aplicados, frotar con un trapo la cadena y eliminar los pegotes de grasa que se acumulan en las ruedecillas del cambio nos pueden servir para salir del paso. Por supuesto, esta limpieza básica ha de ser rematada por la necesaria lubricación.
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Apenas una gotita de lubricante en cada eslabón por la parte interna de la cadena para evitar que la fuerza centrífuga expulse el aceite que acabamos de verter. Remataremos la faena utilizando de nuevo el trapo para eliminar los restos de lubricante de las placas laterales que únicamente servirá para atraer la suciedad.
De nuevo, os recomendamos que esta labor la realicéis la tarde o la noche anterior para garantizar que el aceite ha penetrado adecuadamente en los bulones de la cadena y cumple mejor su función.
También aprovecharemos para verificar el ajuste del cambio y que todas las coronas engranen perfectamente, en especial, las de los extremos para evitar una salida de cadena hacia los radios o el cuadro que podrían causar un buen destrozo.
Cierres
Aunque se trata de un problema que casi ha pasado al olvido con la generalización de las bicis con frenos de disco y la utilización de ejes pasantes, ya hemos encontrado a más de uno que llevaba el cierre prácticamente suelto con el riesgo que ello supone para la seguridad. Aunque es improbable, si llevamos palancas para apretar o aflojar los ejes pasantes no es del todo imposible que un enganchón o un mal apoyo al dejar la bici nos aflojen el cierre. No cuesta nada comprobarlo antes de salir.
Si en la bici de carretera seguimos utilizando zapatas y ruedas con cierre rápido tradicional, esta comprobación es obligatoria. Verificaremos que el cierre está cerrado hasta el final de su recorrido, ajustando la tuerca del lado opuesto para que llegue y ejerza la presión necesaria. También colocaremos el cierre de forma que sea difícil que sufra un enganchón. Nuestra recomendación es situar el delantero con la palanca apuntando hacia atrás y el trasero bien protegido entre vaina y tirante, aunque dependerá de la forma de vuestros cierres. Probad hasta dar con la posición idónea.
Dirección
A menudo, esta parte de la bici es una de las grandes olvidadas por los ciclistas ya que apenas suele ser fuente de problemas. Es por ello que en muchas ocasiones se dejan pasar pequeñas holguras que afectan directamente a la conducción de la bici, haciendo las trazadas más imprecisas y disminuyendo la eficacia de la frenada.
Para comprobar que todo está en su sitio, mantenemos el freno delantero apretado mientras empujamos la bici hacia delante y detrás. En caso de que aparezca holgura, se puede solventar de forma sencilla aflojando los tornillos laterales que sujetan la potencia, aumentando la precarga apretando ligeramente el tornillo superior que comprime los rodamientos de forma que se elimine al holgura y la dirección mantenga un giro suave. Finalmente, volvemos a fijar la potencia apretando los tornillos laterales. Para este último paso deberíamos utilizar una llave dinámométrica, aunque si no disponemos de ella podemos salir del paso contando las vueltas que aflojamos los tornillos para después dejarlos exactamente en la misma posición.
Baterías
Si bien los grupos electrónicos han supuesto la eliminación de la práctica totalidad de desajustes que sufríamos a la hora de cambiar de marcha, seguro que todos conocéis a alguien que a mitad de ruta se ha quedado sin poder cambiar al agotarse la batería.
La amplia duración de cada carga, más de 1.000 kilómetros, más de dos años si nos referimos a las pilas de las manetas inalámbricas de SRAM y Shimano, hace que en muchas ocasiones no tengamos presente la autonomía restante hasta que es demasiado tarde.
Comprobar el nivel de carga es tan sencillo como mantener pulsado una de las palancas de cambio en el caso de Shimano Di2 y observar el led de la centralita, si cambia a rojo. En Campagnolo EPS tendremos que pulsar brevemente el botón de ajuste en la parte interior de las manetas. De nuevo, el color rojo indica que estamos alcanzando el final de la autonomía. Por último, en los grupos SRAM AXS se activa un pequeño led en cambio o desviador al accionar cada uno de ellos, ya sea desde las manetas o desde el propio desviador. Una labor que también podemos llevar a cabo utilizando la aplicación móvil de cada uno de los grupos.
Más allá de la batería de los cambios, debemos incluir en la comprobación la de nuestro ciclocomputador GPS, luces y, qué decir sí somos usuarios de una e-bike.
Unas tareas sencillas que si incluimos en nuestra rutina presalida, al igual que preparamos la ropa, las barriltas o la bebida isotónica en el bidón, nos ayudarán a evitar algún que otro disgusto que frustre esa ruta en la que llevamos toda la semana pensando.