5 reglas ciclistas no escritas para parecer un pro

Es tan importante ser un pro como parecerlo. Para ello hay muchas formas de sumar puntos y definitivamente ser un ciclista total. Entre ellos, hay algunas cuestiones veladas. Te contamos más.

El código no escrito del ciclista pro

A la hora de ser un ciclista, pero un ciclista con todas las letras, hay algunas cuestiones que se refieren a tu aspecto físico, a tu rendimiento, a tus capacidades y características ciclistas. Pero también hay razones de peso que, aún sin constar en ningún manual o código ético, le otorgan galones a un ciclista.

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Hoy analizamos esas reglas no escritas por las que te autodefinirás como un ciclista profesional, un ciclista maduro y contrastado y con kilómetros en tu bagaje.

5 reglas ciclistas no escritas para parecer un pro

Tu bicicleta, tu obra de arte

El primer aspecto que te hará parecer un ciclista pro no eres tú, es tu bicicleta. Porque tu bicicleta es tu herramienta de trabajo y nada habla mejor o peor de un ciclista que su propia bicicleta. Para ello, no hay que ser un obsesivo, pero sí al menos considerar tu bici como una pequeña obra que comunica qué tipo de ciclista eres. Cuidarla, cambiar componentes gastados e incorporarle detalles personalizados son sin duda los pasos más sencillos para hacer de tu bicicleta tu sello de identidad. Pero también mejorarla, cambiar componentes, subirla de calidad. Todo lo que le hagas a tu bici hablará bien de ti.

El peso tuyo y de tu bici

En esta misma línea, el peso importa. Todo el peso. Para parecer un ciclista pro, así como para serlo, necesitas estar en forma. Puedes disfrutar muchísimo del ciclismo sin estarlo, pero no del todo porque será una condena en ciertos momentos. En este mismo sentido, el peso de tu bicicleta también importa. Del mismo modo, cualquier obsesión es peligrosa, pero cuidar tu bici, reducir peso innecesario, habla también de un ciclista pro.

Gafas de sol

Parece un complemento muy secundario pero no lo es. Evita el viento, evita mosquitos, evita el sol, mejora la precisión y protege tu vista. Si además las llevas graduadas, unas gafas son imprescindibles. Pero hay más. Unas gafas hablan también de su preocupación por conseguir las que mejor se le adaptan. Y un detalle más: si el ciclista lleva las gafas ciclistas por debajo de las correas del casco, denota poca profesionalidad. Las gafas van por fuera de las correas, sobre todo para que el caso ajuste mejor y para que, en caso de caída, las gafas literalmente puedan volar y no te ocasionen daño alguno.

Depilación sí o sí

Aquí vamos a ser muy breves. No hay ciclistas pro sin depilar. Sí, puedes criticarlo y sí tendrás tus razones. Pero las evidencias te tumban: no hay ni un solo ciclista sin depilar. Sí, suceden en la mayoría de deportes, pero siempre hay excepciones. Hay futbolistas o jugadores de baloncesto sin depilar. Pocos, pero los hay. Pero no hay ni un solo ciclista sin depilar. Examina uno a uno cada ciclista y sus piernas, y lo verás. Por eso, depilarse las piernas, con todas las ventajas que conlleva, habla de un pro.

La altura de los calcetines

Por último, en todo este debate sobre la altura de los calcetines por parte de la UCI, hay algo que decir. Un ciclista pro lleva la altura de los calcetines idónea, perfecta para sí. Si se pasa de largo, queda como un ignorante de la norma o un auténtico motivado en exceso. Si se queda corto, da la peor imagen posible, que es la de un ciclista inexperto y ajeno a todo el mundo ciclista. No hay una talla concreta, hay una talla idónea para cada ciclista, pero siempre en un equilibrio.

Son algunos detalles que seguro conoces. Hay más, pero estas nimiedades dan una imagen tuya como un ciclista pro o un ciclista muy amateur.