El ácido láctico puede ser una fuente de energía
En el imaginario popular, el ácido láctico ha sido siempre el chico malo que hacía que te quemasen las piernas con el esfuerzo. Sin embargo, la fisiología del deporte cada vez conoce más acerca de cómo reacciona nuestro organismo cuando lo sometemos a un esfuerzo físico intenso como montar en bici y nos dice explica cómo se recicla el lactato que generan nuestros músculos como resultado de quemar glucosa y oxígeno para obtener la energía necesaria para contraerse con cada pedalada.
¿Qué es el ácido láctico?
Históricamente se ha considerado al ácido láctico como una especie de demonio. Una sustancia de desecho que generaban los músculos al ser sometidos a esfuerzos intensos y que al aumentar su concentración en los tejidos musculares limitaban la capacidad para mantener esa intensidad, llevándonos a tener que levantar el pie.
El Lactato
Cuando realizamos actividad de baja intensidad, ya sea en nuestro día a día o haciendo deporte de forma suave, la energía que mueve nuestros músculos se obtiene esencialmente del metabolismo aeróbico que utiliza las abundantes reservas de grasa que el organismo acumula.
RECOMENDADO
Qué GPS Garmin necesitas: precios y modelos actualizados
Lista completa con los ciclistas mejor pagados de 2024
Qué es la variabilidad cardíaca y cómo te ayudará monitorizarla
¿Cómo afecta la edad al rendimiento y a la recuperación?
Las mejores zapatillas de carretera 2024
Consejos fáciles de aplicar para rodar más rápido
Según aumenta la intensidad del ejercicio el músculo no puede obtener energía de las grasas a la velocidad que necesita por lo que tiene que recurrir al glucógeno que almacena y cuya oxidación genera como desecho un producto llamado lactato cuya presencia es medible mediante un test de lactato al aparecer en la sangre en forma de ácido láctico.
Las investigaciones actuales constatan que el lactato se produce constantemente en el interior de las células, no como un producto de desecho sino como el resultado de transformar el glucógeno en una sustancia de la que las células obtienen energía.
El ácido láctico en cosmética
Además de las implicaciones en fisiología, el ácido láctico tiene otros usos, como el que han encontrado en el mundo de la cosmética y que se une a otros ingredientes más habituales como el ácido hialurónico.
Se utiliza el ácido láctico en cosmética por los beneficios que aporta a pieles deshidratadas por su capacidad para atraer agua. Además es un compuesto que cuenta con propiedades exfoliantes por lo que es capaz de mejorar la textura de la piel y suavizar arrugas.
¿Cómo se produce el ácido láctico y qué efectos tiene?
Cómo os explicábamos antes, el ácido láctico se genera constantemente como resultado del metabolismo de la glucosa, siendo la sustancia final de la que las células musculares obtienes su energía.
Sin embargo, cuando aumenta la intensidad del ejercicio se genera mucho mas lactato de lo que la célula es capaz de utilizar lo que produce una acidificación del medio que produce una señal de alerta al sistema nervioso que se traduce en fatiga, que obliga a reducir la intensidad del esfuerzo hasta restablecer el equilibrio.
Tradicionalmente, el entrenamiento en los deportes de resistencia como el ciclismo ha ido enfocado a retrasar ese punto en el que el organismo genera más ácido láctico de que puede utilizar. Un punto que viene determinado por el umbral anaeróbico, el nivel de intensidad donde la concentración de esta sustancia se dispara por no poder ser asimilado.
Sin embargo, con la experiencia, los entrenadores aprendieron a potenciar otra opción, hacer que los músculos aprendieran a convivir con el lactato siendo capaces de utilizar mayor cantidad del mismo mediante entrenamientos de alta intensidad que, posteriormente, los estudios científicos demostraron que tenían como efecto el aumento de la cantidad de mitocondrias en las células musculares, los lugares de la célula en los que es lactato se transforma en energía.
Qué mide el test de lactato
A la hora de establecer las distintas zonas de entrenamiento la concentración de ácido láctico producida por las células es un buen indicador del cómo está trabajando nuestro organismo. Cuando se produce un exceso de ácido láctico este acaba expulsado de las células y termina en el torrente sanguíneo.
La manera habitual de determinar los niveles de lactato ha sido mediante una prueba de esfuerzo en la que el ciclista va aumentando la intensidad, tomándose muestras de sangre, con un simple pinchazo en el lóbulo de la oreja, que son analizadas al momento mediante aparatos portátiles destinados a tal fin y que nos informan de la concentración de lactato en la sangre del deportista.
En estos test de lactato se busca determinar los umbrales aeróbico y anaeróbico que se identifican con unas concentraciones de lactado de 2 y 4 milimoles por litro respectivamente. Además también se busca el llamado máximo estado estable de lactato, que es la intensidad en la que la concentración no aumenta más de 1 milimol por litro y que determinaría la máxima intensidad de crucero que puede sostener el deportista.
El ácido láctico como fuente de energía
El cambio de paradigma en la fisiología se encuentra en pasar de considerar el ácido láctico como un simple producto de desecho a tener que aceptar que es una fuente de energía siendo el resultado final de la metabolización de la glucósa.
Un cambio de filosofía que ha transformado la forma de entrenar, aumentando la relevancia del entrenamiento de alta intensidad que permite una mayor utilización del lactato que se produce en vez del concepto tradicional en el que la máxima era evitar a toda costa la acumulación de lactato manteniéndose en intensidades puramente aeróbicas que, evidentemente, eran un límite al potencial del deportista.
Aparte, el exceso de ácido láctico generado que es expulsado por las células puede ser absorbido por otras células que lo necesiten para ser utilizado como fuente de energía o viajar por el torrente sanguíneo hasta el hígado donde se realiza el proceso contrario volviéndolo a almacenar en forma de glucógeno.
Como véis, el ácido láctico es uno de los parámetros más importantes en los deportes de resistencia y su interpretación está en constante evolución gracias a los nuevos estudios fisiológicos. Así que si aún no lo hbaéis hecho y queréis mejorar vuestro rendimiento, solo podemos recomendaros que acudáis a un profesional para realizaros un test de lactato y que os ayude a interpretar los datos e incluirlos en vuestros entrenamientos.