Aerosensor: aerodinámica de Formula 1 al servicio del ciclista
Rodar más rápido generando la misma potencia es posible si somo más aerodinámicos. Para lograr esta velocidad "gratis" llega el nuevo sistema de análisis aerodinámico Aerosensor, capaz de estudiar la resistencia del ciclista en el mundo real.
Aerosensor, un "túnel de viento" portátil que se instala en el manillar para mejorar la aerodinámica
En los últimos años, la aerodinámica se ha convertido en uno de los principales campos de investigación a la hora de lograr mejoras en el rendimiento de ciclistas y, sobre todo, triatletas de larga distancia.
Tradicionalmente, calcular la aerodinámica de la bici y del ciclista suponía pasar largas sesiones en el túnel de viento, algo al alcance sólo de deportistas profesionales que aprovechaban la pretemporada para realizar sus test aerodinámicos con los que tratar de establecer mejoras de cara a la campaña venidera.
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Por suerte para ellos, han ido surgiendo sistemas de medición más o menos complejos, capaces de calcular el coeficiente aerodinámico mediante test en velódromo. Ahora, el nuevo sistema de medición Aerosensor va un paso más allá permitiendo obtener datos precisos y repetibles en cualquier condición, consiguiendo datos aplicables en el mundo real.
Aerosensor es el resultado de 4 años de desarrollo de la mano de Barney Garrod, exaerodinámico con más de 20 años de experiencia en el mundo de la Formula 1 en las filas de los equipos de la talla de Ferrari o Mercedes.
La parte central del sistema es una sonda que se coloca por delante del manillar. De líneas aerodinámicas, para no influir en la aerodinámica del conjunto, la sonda recuerda a los tubos de pitot empleados en los aviones para medir diversos parámetros aerodinámicos.
Sin embargo, la sonda Aerosensor va mucho más lejos ya que es capaz de medir, además de la velocidad del viento, el ángulo de incidencia del mismo, la densidad del aire o la presión ejercida con el viento.
Estos datos se cruzan con la información de velocidad y potencia para, aplicando un algoritmo desarrollado por Aerosensor, calcular el coeficiente aerodinámico.
A la hora de cruzar las lecturas del Aerosensor con los del potenciómetro de la bici es esencia tener en cuenta la pendiente en la que se encuentra el ciclista ya que la mínima inclinación de la carretera tiene gran influencia sobre la potencia generada. Para ello, la sonda Aerosensor también cuenta también con un preciso barómetro capaz de detectar variaciones de desnivel de apenas 10 centímetros.
También es importante la capacidad para medir el ángulo de incidencia del viento que, a las velocidades que se mueven las bicis, tiene una incidencia importante sobre la resistencia aerodinámica al ser este parámetro el resultado de combinar el ángulo real del viento con el avance del ciclista.
El sistema se completa con otro sensor que se coloca sobre la potencia. Se trata de Aerobody, un dispositivo de medición láser con el que inicialmente se registra la posición del ciclista tomando como referencia la posición de la cabeza, el tronco y el abdomen. A partir de ahí es capaz de analizar las variaciones de altura de la posición para tener en cuenta las variaciones que se hagan, ya sean intencionadas o a causa de la fatiga o la dificultad para mantener la posición en esfuerzo, en la mediciones obtenidas por Aerosensor.
El último elemento del sistema es el contador de vueltas Aerodrome, capaz de registrar los tiempos al milisegundo para conseguir que las mediciones de Aerosensor ganen en precisión respecto a los datos de velocidad obtenidos por el GPS que, como bien sabemos, cuentan con un cierto margen de error inherente al sistema de posicionamiento por satélite.
Para visualizar y analizar estos datos, Aerosensor ha desarrollado una aplicación que cuenta con una pequeña app para Garmin IQ que nos permite mostrar en la pantalla de nuestro ciclocomputador todos los datos y mediciones obtenidas por el sistema para poder incluso realizar ajustes, por ejemplo adoptar una posición determinada, sobre la marcha.