Agua v.s isotónica ¿Cuál es mejor?
La decisión no es baladí: agua o bebida isotónica forma parte de las opciones de hidratación. Y decantarse por una u otra opción tiene ventajas y desventajas, así que lo más conveniente es conocer las diferentes opciones y elegir lo más conveniente.
Por qué elegir agua y por qué elegir bebida isotónica
La hidratación forma parte de los elementos principales de planificación de cualquier ciclista. No solo se trata de prever las salidas y sus condiciones climatológicas, sino que esto determina en gran medida la cantidad y tipo de hidratación que necesitaremos. No tiene los mismos requerimientos una ruta corta y otra larga, un entrenamiento de fuerza que de resistencia, hacerlo en abril que en julio. Y en esa decisión, el debate entre agua y bebida isotónica está servido.
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En primer lugar, hay que decir que no hay una hidratación perfecta general, sino muchos tipos adaptables a muchos tipos de ciclistas. Eso sí, en los últimos años es raro ver a ciclistas que porten exclusivamente agua en sus bidones. La bebida isotónica y su diversificación se han instaurado bastante bien. Aportar algo más allá de agua, sobre todo sales minerales, parece ser una necesidad básica, pero ¿es así realmente?
No del todo. Una bebida isotónica aporta más nutrientes, más elementos, pero a veces estos pueden no ser necesarios. Por ejemplo, muchas bebidas isotónicas contienen altas cantidades de azúcar, algo que quizá no necesitemos debido a entrenamientos cortos o poco intensos. Esto puede provocar que parte de las calorías quemadas se repongan en forma de azúcar. En esos casos, sería mejor portar solamente agua.
Sin embargo, en entrenamientos en los que haya diferentes picos de intensidad, que se alarguen más de 2 horas o que exijan una explosividad en algún momento, cierta cantidad de bebida isotónica con sales, azúcar y complementos vigorizantes como cafeína o taurina, pueden ser convenientes.
La solución: un bidón con agua, y otro con bebida isotónica
La combinación de ambos líquidos suele ser lo más aconsejable. De hecho, el agua se suele utilizar en las fases de ingesta durante el ejercicio físico. Es decir, si tomas alimento, en un avituallamiento sólido, combinarlo con agua suele ser lo más conveniente para aportar los nutrientes justos y ayudar a tu organismo a digerirlos.
Por otro lado, el bidón con bebida isotónica tiene un aspecto esencial: la reposición de electrolitos perdidos principalmente mediante el sudor. Puede tener misiones secundarias, como aportar carbohidratos de rápida asimilación u otros elementos en líquido de más fácil asimilación y digestión. Es decir, aportar algo de cafeína en líquido hace que llegue cuanto antes a la circulación, y esta puede ser otra razón más.
Pero la principal razón es sin duda recomponer tus electrolitos. Porque puedes prescindir de una bebida isotónica perfectamente, de hecho muchos ciclistas lo hacen, pero si la ruta es larga, o si sales en épocas de calor como puede ser en pleno verano ten en cuenta que vas a sudar mucho y esa reposición de sales y electrolitos mejora más con una bebida isotónica que con agua.
Así que, toma tu decisión, aunque normalmente el equilibrio suele ser la decisión correcta: un bidón de agua y un bidón de bebida isotónica es nuestra propuesta. Incluso puedes elaborar la tuya propia. ¿Y tú? ¿Qué hidratación llevas a cabo?