Ancho interno de rueda ¿por qué es tan importante?
En esto de las medidas ha ido evolucionando en la última década a pasos agigantados, y en esas medidas se incluye el ancho interno de la rueda. Desde aquellos 19 milímetros del mountain bike de comienzos de siglo, hasta los actuales 30 milímetros de muchos anchos internos, parece haber pasado un mundo.
El crecimiento del ancho interno de rueda
El ancho interno de la rueda ha sido de esos debates que forman parte de la larga lista del mountain bike. Ya sabéis, que si 27,5” o 29” ha sido el principal debate cuando nos referimos a ruedas (aunque ya algunas bicis montan hasta ruedas de 36"), pero no el único. El ancho interno de rueda ha sido ese debate secundario que parece haber pasado más desapercibido, pero ¿a que has notado que tu bici de carretera aumentaba su ancho y la mountain bike también?
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Pues sí, ha sido la tendencia confirmada de esta década sobre todo, porque el gran salto del ancho interno de rueda se produjo en torno a 2015, cuando de los 13 o 15mm en carretera y 19 o 21mm en mountain bike hemos pasado a casi doblar esas cifras.
El ancho interno, por si aún no manejas muy bien esta variable, se refiere simple y llanamente a la distancia que hay entre los dos labios de una llanta, donde se coloca la cubierta. Vamos, el ancho de la llanta medido por su interior. Si mides esta distancia, comprobarás que muy posiblemente tu bicicleta ronde esos valores más actuales que comentamos. Qué ancho elegir, es una decisión más importante de lo que crees.
Ventajas e inconvenientes de uno u otro ancho interno de rueda
La principal ventaja de un mayor ancho, y por lo que sin duda acabaría imponiéndose, fue en primer lugar por su capacidad para soportar presiones más bajas. Con la llegada de la tubelización, como hándicap añadido, el ancho cada vez mayor ganó enteros.
Por supuesto, la duda cuando se comenzó a estudiar el aumentar el ancho interno de la rueda, surgía sobre todo porque se daba por hecho que eso supondría inevitablemente aumentar el ancho de la cubierta. Y ya sabéis, más superficie de rozamiento, menos rendimiento. Pero claro, esta verdad no era una verdad completa, porque un ancho interno de rueda no implica un crecimiento en valor relativo idéntico en cubierta; y porque la fórmula más ancho, menos rendimiento no es del todo cierto, ya que hay que estudiar también las características de ese neumático, sus presiones, su taqueado o dibujo y algunas cosas más.
Porque esa mayor anchura, tras estudiarlo detenidamente, se comprobó que tenía un beneficio trascendental más: más soporte para el lateral del neumático y menos sufrimiento de esta zona por lo tanto. Vamos, que en una bicicleta, sobre todo hablando de mountain bike, no siempre vamos en vertical, de hecho es muy necesario controlar los virajes y el equilibrio. Y en esta pérdida de la verticalidad, es menos probable que una cubierta se salga de su posición.
De ahí, se pasó a la búsqueda de la fórmula áurea, el equilibrio perfecto entre el ancho interno de rueda y su combinación con una u otra cubierta. Normalmente esta consideración se basa en una fórmula que ronda el 2,2:1, esto significa que teniendo la medida del ancho interno de tu llanta, la cubierta debería tener un tamaño 2,2 veces esa distancia. Obviamente, si usas un mismo neumático en anchos distintos, la relación directa es que a más anchura, mayor superficie de contacto, pero el ancho de la cubierta se mantiene prácticamente en los mismos valores. Dicho de otro modo, el neumático tiene la misma anchura, pero si la llanta es más ancha, la forma que adquiere conlleva más ancho de rodadura.
Hoy en día, los anchos llegan hasta los 40mm incluso, por lo que esta fórmula se relativiza si no te mueves en lo común, en los estándares (lo bueno es que todas las marcas ofrecen sus tablas de consejos y compatibilidades). Es cierto que en lo que sí que están de acuerdo la mayoría de marcas, es que precisamente esos 40mm ya suponen ir más allá de un límite lógico. Se usan sólo en casos exclusivos, pero el ancho interno óptimo está por debajo.
De hecho, en mountain bike, entre 30 y 35 milímetros ha demostrado ser un ancho con muchos mejores resultados de lo que se creía, mejorando incluso a anchos menores que sobre el papel se intuían más rápidos. Por eso, el circuito profesional de cross country está adoptando mayoritariamente 30mm de ancho interno de rueda, con cubiertas de 2.25 o algo más. Ahí, de momento, reside el equilibrio, una vez valoradas todas las ventajas y los inconvenientes.