Así se vive una etapa de la Volta desde el coche del Decathlon AG2R La Mondiale
El Decathlon AG2R La Mondiale nos abrió las puertas de su coche para vivir desde dentro la tercera etapa de la Volta a Catalunya 2024. Una jornada que se presentaba como una paliza para los corredores -177 km y 3.925 m de desnivel positivo con final en Port Ainé- pero como una oportunidad de lujo para ver las entrañas de un equipo renovado.
Desde el coche del Decathlon AG2R La Mondiale: la etapa desde otro punto de vista
El frío invernal y la lluvia de la segunda etapa pasaron a la historia y el sol compareció para recibir a los 171 ciclistas que estaban citados en la localidad de Sant Joan de les Abadesses para tomar la salida de la tercera etapa de la Volta a Catalunya 2024. La organización tenía preparada una dura prueba de casi 177 km marcada por tres ascensiones -un puerto de primera categoría y dos de categoría especial- que sumaban nada menos que 3.925 metros de desnivel positivo.
Tadej Pogacar ya acaparaba toda la atención antes de subirse a la bici y los pedales solo sustituyeron los móviles de los aficionados -que se amontonaban a los pies del autobús del UAE- por los focos de las cámaras. El esloveno era el centro de la carrera y la estrategia pasaba por intentar que cuajara una fuga en la que tenía que meterse el Decathlon AG2R.
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Didier Jannel, director deportivo del Decathlon AG2R La Mondiale Team, nos abre la puerta de uno de los coches del equipo y nos invita a entrar. El espacio es reducido y el día avanza entre walkies, llamadas de teléfono, papeles con muchos colores y números y pantallas con más colores y números. Atrás se sienta Luis Lamas, mecánico del equipo, junto a cuatro ruedas y una caja de herramientas.
Estamos en el segundo coche de carrera y nos adelantamos a la salida para empezar a hacer kilómetros. El objetivo: estar con la fuga si en ella va alguno de los maillots azul oscuro del equipo; sino, tocará parar en algún momento para dar avituallamientos. Y objetivo número dos: revisar la carretera y dar aviso en caso de ser necesario -como una entrada peligrosa a un túnel en el primer descenso del día que obliga a Dider a coger el walkie-.
La entrada de Decathlon como patrocinador principal del equipo ha supuesto una pequeña revolución dentro de la estructura. A grandes rasgos, los cambios se cimientan en tres pilares: más dinero, más personal y un extra de ambición. El conocido incremento del presupuesto se ha combinado con un aumento de la plantilla del que Luis da fe y del que explica que se han buscado profesionales con perfiles y roles más especializados.
Luis también da importancia al grado de implicación con el que Decathlon desembarcó en el proyecto. Diseñar una bici de primer nivel es una tarea compleja y para desarrollar la Van Rysel RCR Pro los franceses hicieron acopio de todas las bicis del World Tour y las sometieron a un profundo análisis. Por un lado, al túnel del viento y a los potros de la tortura; por el otro, a los comentarios y a las sensaciones de los corredores.
La fuga es una realidad y Nico Prodhomme está en ella. Toca ceñirse al plan y Didier aminora la marcha para que den con nosotros. Tras un cambio de gafas de sol, nos integramos en la fila de coches que escoltan a la fuga. Sin embargo, los fugados apenas son capaces de abrir hueco con un pelotón -a los mandos del Visma- empeñado en impedir que la escapada prospere.
La renta es insuficiente y pronto resulta evidente que el pelotón engullirá a los escapados con relativa facilidad. Didier acelera para escalar el Port de Cantó, para el coche y junto a Luis se prepara para repartir avituallamiento a sus corredores. Nos ponemos en marcha y la pantalla integrada del Citroen se convierte en una televisión con la que seguir la carrera a través de las imágenes.
Las Van Rysel RCR Pro -que rozan los 7 kilos- lucen impecables en el coche. Luis explica que el mantenimiento de la bici es sencillo y que en noviembre Decathlon les organizó una visita al Btwin Village, en Lille, para darles formación. Además, los ciclistas, afirma el propio mecánico desde el asiento de atrás, reconocen que tienen mejor máquina que la temporada pasada.
Van Rysel firma las bicis, los cascos y las gafas del equipo. A pesar de que también cuentan con una línea de ropa, esta corre a cuenta de Rosti porque todavía tienen contrato en vigor, aunque la temporada que viene quizás sea también Decathlon quien se encargue de ello. Las herramientas tampoco llevan el sello del gigante francés, que ha optado por dar libertad al equipo a usar otras marcas; de hecho, están pendientes de que Beta les entregue nuevas al entrar como patrocinador del equipo.
El Citroen del Decathlon AG2R llega a los pies de Port Ainé, aunque todavía quedarán bastantes minutos para coronar. Menos le faltan a un Pogacar que va varios kilómetros por delante y ataca sin cuartel. Landa intenta resistir como puede pero el desenlace sucede sin sorpresas: Pogacar llega en solitario y consolida el liderato.
Por detrás, el Citroen avanza entre cunetas llenas de nieve y ciclistas a los que cada vez les pesan más las piernas. Cambio de bidón para afrontar las últimas rampas y ya todo sucede rápido: parada poco antes de la meta al lado del autobús, esperar a los ciclistas y poner rumbo al hotel.