Atlas Mountain Race 2023, una prueba en la que acertar con la bici parece imposible
La durísima prueba que se disputará entre hoy y el próximo día 11 a través de la cordillera del Atlas, en tierras marroquíes, ofrece tal variedad de terreno que elegir la bicicleta idónea para afrontar esta aventura no se convierte en tarea fácil. Desde bicis gravel a modelos de montaña de doble suspensión, cualquier bici con capacidades off-road se convierte en una posible herramienta para los 208 ciclistas que ya velan armas en Marrakesh en las horas previas al banderazo de salida
¿Qué bici elegir para un reto de ultradistancia en territorios remotos?
Más de 1.300 kilómetros, 20.200 metros de desnivel acumulado y en formato non-stop en menos de 8 días. Esta es la carta de presentación de la Atlas Mountain Race, carrera de ultradistancia que se disputa entre hoy y el próximo día 11 de febrero recorriendo, como su nombre indica, los lugares más remotos de la cordillera del Atlas.
Como es habitual en este tipo de pruebas de ultradistancia, la competición se lleva a cabo en formato de autosuficiencia, es decir, los participantes deben de cargar con todo lo que puedan necesitar a lo largo de la ruta y para solventar cualquier incidencia que pudiesen sufrir. Únicamente en los tres puntos de control dispuestos a lo largo de la ruta pueden contar con cierta asistencia.
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Entre medias, tramos de más de 100 kilómetros totalmente despoblados en los que conseguir comida o agua resulta una quimera.
A la hora de elegir bici para una aventura de este tipo entran en juego muchos factores. Hablamos de una prueba de larga distancia donde la capacidad de carga de las gravel y su mayor facilidad para rodar se convierten en un aliado. Sin embargo, el durísimo terreno por el que transcurre la Atlas Mountain Race, con tramos pedregosos, bajadas complicadas y subidas de grandes porcentajes resultan más propicios para una mountain bike.
Echando un vistazo a las bicis que presentan los participantes, la verdad, que encontramos de todo, eso sí, en la mayoría de los casos con cubiertas de generoso balón con la que tratar de lidiar de la mejor forma posible con el terreno tan abrupto que presenta la carrera marroquí.
En las dos ediciones disputadas de la Atlas Mountain Race, los vencedores han empleado bicis de montaña con rueda de 29. En ell año 2020 el francés Sofiane Sehili con la peculiaridad de de una configuración completamente rígida, quizás el equilibrio perfecto entre la configuración habitual de las bicis de montaña y las bicis gravel. Entre sus ventajas habría que citar la posición más cómoda respecto a la que ofrece la bici gravel y la capacidad de montar cubiertas de mayor balón, aunque tampoco excesivo ya que la distancia requiere el uso de gomas rodadoras que permitan cubrir kilómetros con el menor lastre posible.
En esa primera edición gran parte de la prueba fue liderada por el exprofesional afincado en Girona Christian Meier que eligió para la Atlas Mountain Race una bici gravel, eso sí, con cubiertas de generoso balón para lidiar con el abrupto terreno de Marruecos.
En la edición 2022 la victoria recayó sobre el también francés Marin de Saint-Exupéry aunque, en su caso, sí que optó por una configuración más convencional con horquilla de suspensión. Ambos emplearon algo menos de 4 días en completar los más de 1.000 kilómetros de esta aventura africana.
Incluso, encontramos a quienes prefieren priorizar la comodidad, eligiendo bicis de doble suspensión de XC, como la Orbea Oiz que utilizó el segundo clasificado en la edición 2022, el alemán Jochen Böhringer, aunque este tipo de bici le limitara a la hora de transportar lo necesario.
La capacidad para montar distintos tipos de bolsas de bikepacking y parrillas portabultos es esencial a la hora de elegir la bici a utilizar en una prueba de las características de la Atlas Mountain Race. Aunque los primeros clasificados consigan realizar la prueba en menos de 4 días, la mayoría de los participantes emplearán algunos más, lo que obliga a cargar con más enseres, alimento o capacidad de hidratación.
Para lidiar con las limitaciones de carga determinadas por las geometrías o las tallas de algunas bicis, es curioso ver como muchos participantes de esta edición 2023 montan los portabultos Tailfin de los que os hablábamos hace unos días, compatibles prácticamente con cualquier bici del mercado gracias a su ingenioso sistema de fijación en el cierre de la rueda trasera, añadiendo además un plus de estabilidad en el abrupto terreno por el que transcurre la carrera.
En cualquier caso, repasando las bicis de la edición que comienza hoy, las bicis de montaña rígidas de 29’’ se llevan la palma en la elección por parte de los participantes frente a otras opciones como dobles o máquinas de gravel. Eso sí, con una variopinta selección de cubiertas, desarrollos o bolsas de transporte que entra ya dentro del terreno de la elección personal y las previsiones de cada participante.