Beneficios de entrenar con frío
¿Lo han notado verdad? el frío ya está aquí, pero no tengas miedo porque entrenar bajo situaciones de inclemencia climática como el frío tiene sus beneficios. Te los contamos.
Por qué entrenar con frío puede ser una gran opción
Winter is coming, como dirán los aficionados a las series. El termómetro por las mañanas nos devuelve a la cruda realidad del invierno y los entrenamientos bajo temperaturas tan bajas parecen doler el doble, al menos en la arrancada.
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Sin embargo, entrenar bajo condiciones de frío tiene ventajas, no solamente inconvenientes, y de eso es de lo que escribimos hoy.
Por supuesto, nuestro frío es de risa para muchos países nórdicos, en los que entrenar incluso bajo la nieve es la norma en los meses invernales. Pero la verdad es que el clima y el confort climático es un factor indudable de incitación a la actividad deportiva.
Varios estudios han hallado evidencias de lo que puede aportar entrenar con frío o, incluso con mucho frío. Como el calor o el frío son relativos, digamos que hablamos con temperaturas por debajo de los 8 grados centígrados.
Por debajo de esa temperatura, y para entrar en calor, el esfuerzo inicial es más significativo. Pero es que, posteriormente, para mantener esa temperatura corporal, nos tendremos que exigir menos. Digamos que, ante entrenamientos de dureza y prolongados, en resumen, nos va a costar más alcanzar el punto de calor óptimo pero una vez logrado, nos va a resultar más fácil mantenerlo y prolongar el entrenamiento en el tiempo.
Más ventajas de entrenar con frío
Pero es que además, hay más ventajas. Veréis, con frío se queman más calorías. Así es. Es una norma general y obviamente depende en gran medida de tu alimentación, de la cantidad y del tipo. Hemos hablado en otras ocasiones sobre cuestiones como los macronutrientes o las dietas para ciclistas.
La cuestión es que, al estar tu cuerpo con una temperatura más baja, necesita quemar más calorías para ganar calor. Digamos que la actividad metabólica aumenta considerablemente para que tu organismo consuma mayor energía que convierta en calor rápidamente.
De hecho, diversos estudios comprobaron que, bajo condiciones de frío, incluso disminuyendo la cantidad de ropa, la energía consumida llegaba a aumentar alrededor de un 15% en una hora de ejercicio exigente.
Además, tu sistema inmunológico hace que el número de leucocitos y granulocitos sea mayor. Por lo tanto, y en resumidas cuentas, también sale fortalecido de estas condiciones adversas. Eso sí, una carencia de ropa para alcanzar la temperatura óptima de ejercicio te expone en mayor grado a virus, por ejemplo. Podríamos afirmar que tu organismo, que se adapta inteligentemente a las condiciones, se exigen más con frío pero que, en resumen, tampoco te vayas en maillot corto en plena ola de frío.
Algunos consejos finales, más obvios, son que no necesitarás tanto líquido para hidratarte, por lo que controlar tu hidratación es más sencillo. Y, por supuesto, que tu calentamiento sea muy cuidadoso, porque si no las lesiones abundan y son más recurrentes. Usa crema calentadora si ves que es imposible coger calor.
Así que ya sabes, modelo cebolla, con dos o tres capas de las que podrás ir prescindiendo conforme ganes calor. Y que no te pare el mercurio.