El Spinning y Ciclo-Indoor se ponen de moda en otoño ¿también para ciclistas?
Se acercan los meses de frío y la mayoría de ciclistas empieza a plantearse cómo mantener sus entrenamientos cuando el mal tiempo y las escasas horas de luz se alían en nuestra contra. Aunque la solución más socorrida sigue siendo el rodillo, cada vez son más los que buscan ese punto de socializar y acuden al gimnasio a participar en clases colectivas de Spinning o Ciclo-indoor
Continúa montando en bici en el gimnasio
Acudir al gimnasio es para muchos el complemento ideal durante los meses de otoño e invierno. Por un lado permite afrontar con totales garantías el, a menudo, olvidado trabajo de fuerza que tanta importancia tiene en el rendimiento del ciclista y, por otra parte, los gimnasios actuales ofrecen una amplia oferta de clases colectivas entre las que, sin duda, las más apreciadas por los ciclistas son las de Spinning y Ciclo-indoor.
Spinning y Ciclo-indoor ¿hay diferencias?
En primer lugar, antes de comenzar a hablar de los beneficios de estas clases colectivas es necesario distinguir entre estas dos modalidades, muy similares en lo que respecta al material utilizado y a la organización de las clases pero con sutilezas que quizás hagan más adecuada una que otra para nuestros objetivos ciclistas.
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El Spinning nació en California en el año 1987, cuando un aficionado a la bici estática decidió incluir música y distintos ejercicios en sus sesiones de entrenamiento. Pronto se empezó a utilizar el ritmo de la música para marcar el ritmo del pedaleo combinando durante la sesión distintos tipos de ejercicios, apoyos, pedaleo de pie, sentado, paradas, arrancadas o variaciones de ritmo siempre al son de la música.
Por su parte, el Ciclo-indoor cuenta con unas sutiles diferencias que adaptan mejor el desarrollo de las sesiones al entrenamiento puramente ciclista, haciéndolo más adecuado a quienes buscan en esta actividad un complemento de la bici. El Ciclo-indoor estructura la parte de trabajo de las sesiones centrándose más en el pedaleo, digamos que sería más parecido a cuando realizamos trabajo de intensidad sobre nuestra bici jugando, eso sí, con distintas cadencias, resistencias o alternando pedaleo de pie y sentado, pero siempre buscando reproducir lo más fielmente posible lo que haríamos en la carretera.
En cualquier caso, las diferencias entre ambas disciplinas son sutiles, pudiendo obtener beneficios de ambas.
El Spinning también es para ciclistas
Si bien el Ciclo-indoorr, como os hemos explicado, resulta más adecuado al ciclista, las clases de Spinning también pueden resultar interesantes para quienes montamos en bicicleta.
Para empezar, la intensidad a la que se realizan las clases permite maximizar la quema de calorías, moviéndonos principalmente en ese punto dulce que, además, mejora la resistencia cardiobascular. Aparte, los ejercicios que se suelen incluir en las clases de Spinning sirven como complemento al trabajo de fuerza que realizamos en el gimnasio.
Al igual que ocurre en el ciclismo, dentro de las actividades invernales el realizar una que consiste en pedalear supone un escaso riesgo para las articulaciones al no recibir ningún impacto, eso sí, hemos de ser precavidos y emplear unos minutos antes de cada clase en ajustar correctamente la bicicleta a nuestras medidas y, a la hora de pedalear, ser conscientes de que es como si lo hiciéramos con una bici de piñón fijo, es decir, no podemos dejar de pedalear y sí tratamos de hacerlo la propia inercia arrastrará nuestras piernas corriendo el riesgo de sufrir alguna lesión, principalmente en la rodilla.
Además, en el Spinning es muy fácil regular la intensidad del ejercicio siempre manteniendo las pautas que nos marca el monitor, por lo que, si realmente queremos hacer intensidad para, por ejemplo, sustituir un entrenamiento un día de lluvia, podremos añadir toda la que queramos de forma tremendamente eficiente.
Aparte, acudir a clases colectivas, ya sean de Spinning o de Ciclo-indoor es una buena forma de socializar durante los meses de invierno en los que, salvo los fines de semana, resulta más complicado coincidir con los compañeros de grupeta, algo que directamente respercute sobre nuestra motivación y estado de ánimo, resultando para muchos menos sufrido que subirse al rodillo en casa pese a los beneficios de las modernas aplicaciones de ciclismo online.
Bicicletas de Spinning para casa o mejor en el gimnasio
Hemos hablado de que el Spinning y el Ciclo-indoor son actividades habitualmente ligadas a las clases colectivas en los gimnasios, lugar donde adquieren su máxima expresión, con la música rodeándonos y el monitor pautándonos cada ejercicio y motivándonos para no desfallecer y dar un poquito más de nosotros mismos.
Sin embargo, a raíz de la pandemia, no son pocos los que se plantearon hacerse con una bici de Spinning para colocar en casa, de la misma forma que prácticamente se agotaron los rodillos en esos meses de encierro. Luego, a la hora de seguir clases, internet vuelve al rescate con multitud de sesiones diferentes que podemos encontrar en distintas webs o en YouTube.
Evidentemente, a la hora de plantearnos adquirir una bici de Spinning tenemos que tener en cuenta dos aspectos básicos. En primer lugar, contar con un lugar donde poder montar la bici y, sobre todo, donde guardarla cuando no la utilicemos. Algo nada fácil con los exiguos pisos de algunas ciudades.
Por otro lado hemos de ver si el desembolso que supone adquirir una de estas bicis, aunque en los modelos más básicos es inferior a un buen rodillo interactivo, nos merece la pena o si le sacaríamos mayor partido a un rodillo sobre el que colocar nuestra bici. Esto también dependerá, obviamente, del tipo de actividad que prefiramos.
Contar con una bici de Spinning en casa nos hará más sencillo llegar a casa y ponernos a entrenar, sin tener que emplear un buen rato con preparativos, como ocurre con el rodillo y sin tener que dedicar otro rato quizás aún más largo en trasladarnos hasta el gimnasio. Además, nuestra bici estará siempre perfectamente ajustada a nuestras medidas. Sin embargo, estaremos perdiendo el principal aliciente de esta actividad que no es otro que el componente social de compartir las sesiones de Spinning en el gimnasio. Ahí ya es decisión de cada uno el valorar qué es lo que más le compensa.