Bianchi multiplica su inversión para producir en Italia

En un contexto global en el que durante las últimas décadas se ha tendido a la deslocalización, algunas marcas están apostando por retornar la producción a sus países de origen. Bianchi es una de ellas.

Bianchi vuelve a producir en Italia

En realidad, Bianchi nunca abandonó su producción en Italia, pero gran parte de la misma sí que estaba deslocalizada. Hasta ahora. Porque la marca italiana ha decidido apostar mucho y muy fuerte por retornar gran parte de esa fabricación al país transalpino. Para 2022 esperan multiplicar por cuatro su producción de bicicletas, e-bikes y cuadros de carbono.

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En un medio italiana, Il Sole 24, el Director de Bianchi Fabrizio Scalzotto afirmaba que era una oportunidad muy grande volver a fabricar bicicletas. La intención es que Bianchi recupere ese espíritu que sí que tuvo con el aluminio pero ahora con el carbono.

“En el pasado lideramos la producción de cuadros de aluminio. Pero el gran cambio llegó con el carbono, porque la mayor parte se fabricaban en Asia”, afirmaba Scalzotto. “Depender de proveedores extranjeros ya no es sostenible”.

Una idea que muchas marcas están recuperando y, de la mano, revirtiendo una situación muy propia de una economía de escala globalizada.

Nueva fábrica de cuadros de carbono de Bianchi

Bianchi invertirá más de 30 millones de euros en trasladar esta producción de carbono a Italia y otras tantas más. Para ello, en primer lugar tendrá que construir una fábrica de 10.000 metros cuadrados que les servirá para multiplicar su producción de bicicletas.

De hecho, tanto este medio como Bike Europe hablan de que la capacidad productiva, que actualmente ronda las 300 bicicletas como capacidad de montaje, pasará a ser de unas 1500 bicicletas.

Más fábricas, más robótica y más empleo que desembocan en un aumento progresivo de fabricación de todos sus modelos. Y posteriormente, 10 millones de euros más para trasladar toda la producción de carbono. Esta fábrica de cuadros de carbono de Bianchi tendrá más de 6000 metros cuadrados y llevará 2 años de trabajo, así que el proyecto va para largo.

Pero sin duda, marca un antes y un después en esa estrategia masiva de fabricación fundamentalmente en China e importación barata al resto de países occidentales, por una en la que la producción local, el control más exhaustivo de stock y el apoyo europeo a la economía de la Unión toman el relevo y ganan enteros. Una noticia positiva para el sector autóctono de la bicicleta.