¿Son las bicis de ahora menos atractivas para los jóvenes?
¿Son las bicis de ahora menos atractivas para los más jóvenes? Puede parecer una pregunta extraña, pero la realidad es que se trata de un fenómeno real: los niños cada vez usan menos las bicicletas para sus desplazamientos cotidianos. Para ir al colegio, quedar con los amigos o sencillamente pasear una tarde de verano. Intentamos analizar las causas en este artículo.
Bicis en la infancia: causas de un uso en declive
Las causas de que cada vez veamos a menos niños en bici por las calles de nuestros pueblos y ciudades son muy diversas. El mundo ha cambiado mucho en las últimas décadas, muchas veces sobreprotegemos a nuestros hijos por miedos excesivos -como un secuestro- y en otros casos por cuestiones plenamente justificadas, como la precaria seguridad de los ciclistas en las carreteras.
Las tecnologías y los novedosos sistemas de entretenimiento hacen, además, que la vida al aire libre de los más pequeños se reduzca poco a poco. Pero, ¿podría haber otro cuestión?
¿Son las bicicletas de ahora menos atractivas para los niños?
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Nadie escapa a la nostalgia. Muchos de los que crecieron en los años 70 y 80 no pueden evitar emocionarse al ver películas como ET o Los Goonies, u otras modernas con ese aire vintage como IT o la serie Stranger Things. Todas ellas tienen algo en común: un grupo de niños utiliza las inconfundibles bicicletas de la época para moverse en las peripecias que les va deparando la narrativa de la ficción.
Desde entonces las bicis han cambiado mucho. La tecnología ha evolucionado, son más rápidas, más ligeras. Mejores, en definitiva. Pero, ¿tienen el atractivo estético, casi mágico, de las de entonces? ¿Soportan los golpes como lo hacían aquellas? ¿Ofrecen la posibilidad de montar a un amigo o una carga en la parte trasera?
La cuestión, al final, es si los niños necesitan bicicletas pensadas y preparadas, no desde una perspectiva práctica, sino desde una competitiva.
En cualquier caso, sea cual sea la opción elegida, lo obvio es que regalarle una bicicleta a un niño -sea la que sea- es la mejor decisión. En nuestras manos está conseguir que esa tendencia no siga hacia adelante.