Así podría ser la bici del futuro
¿Una bicicleta sin pedales? ¿Sin sillín? No es una broma, se trata de la bici del futuro, o al menos del concepto que han desarrollado un grupo diseñadores alemanes teniendo eso en mente. FLIZ -ese es el nombre del ingenio- nace al tratar de adaptar la bicicleta clásica al Siglo XXI, simplificando y potenciando su diseño todavía más.
Un complemento a la bici tradicional
Sus creadores afirman que FLIZ, la bici del futuro, no pretende sustituir a la bicicleta tradicional, solo complementarla desde una perspectiva más enfocada a los trayectos urbanos. Así, el componente ecológico y el del propio deporte han sido muy tenidos en cuenta por los alemanes.
La idea de sus creadores es que el ciclista viaje colgado de un arnés instalado en el arco que sale de las ruedas y forma la bici del futuro. Así, debería utilizar los pies para impulsarse -como si andase o corriese- para reposarlos después en unos apoyos cercanos a la rueda trasera.
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Características de la bici del futuro
Profundizando más, FLIZ está fabricada en fibra de carbono para reducir al máximo su peso, y el arnés cuenta con cinco puntos de sujeción y un mecanismo de liberación rápida para garantizar la seguridad del ciclista.
La bici del futuro ideada por el grupo de diseñadores alemanes está inspirada en los primeros modelos de bicicletas de los que hay constancia, que se desarrollaron a principio del Siglo XIX. Eran bicis, como FLIZ, que carecían de pedales y se impulsaban mediante la fuerza de las piernas del ciclista.
De momento no hay planes para comercializar la bici del futuro a gran escala -y puede que no llegue a hacerse nunca-. Pero FLIZ es una puerta a lo que puede estar por venir, un concepto disrruptivo que, por qué no, quizá un día sea habitual en los transportes urbanos.