La bici más extraña que verás hoy: tracción total y una rueda doble
Desde que surgió en su forma moderna alrededor de 1885, muchos han sido los que han tratado de reinventar la bicicleta. Y, si bien ha habido grandes innovaciones que la han cambiado sustancialmente (el desviador viene enseguida a la cabeza), digamos que los esfuerzos por volver a imaginarla desde cero han sido más llamativos que fructíferos. Y el último es bastante de lo primero, pero no sabemos cuánto tendrá de práctico. Se llama Infinity Beach & City Cruiser, y es la bici más extraña que verás hoy, con una única rueda doble y tracción total. Una rareza que, por ahora, no podrás probar, porque no pasa de ser un mero diseño, sin prototipo funcionante a la vista.
Así funciona la extraña bici con rueda doble y tracción total
Lo primero que hay que decir es que el creador de la Infinity no es un constructor de bicicletas, sino un arquitecto y especialista en robótica alemán llamado Stephan Henrich. Y el diseño no es precisamente nuevo: lo desarrolló en 2009, e incluso por aquellas fechas ganó un premio en la International Bicycle Design Competition (IBDC) de Taiwán. Pero, en los últimos días, ha vuelto a saltar a la palestra gracias a un modelo impreso en 3D realizado por la compañía suiza Sintratec.
A decir de Henrich, la idea surgió al tratar de crear una bicicleta con tracción a las dos ruedas (como la 'hyperbike' VanMoof V). Como puedes ver en las fotos, el elemento más extraño de la bici es la 'monocámara' colocada sobre una 'correa de transmisión' continua de metal con forma de ocho tumbado (o de símbolo del infinito, de ahí el nombre). En realidad, quizá deberíamos llamarla 'cadena de transmisión', pero, referida a una bici, la palabrita puede llevar a confusión, así que dejémoslo en correa.
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En el centro vemos una gran catalina movida por el eje pedalier, pero no directamente, sino a través de una corta cadena (esta vez sí como las que conocemos, de eslabones). Este plato encaja en la parte interior dentada de la correa de transmisión, y así se accionan las dos 'pseudo-ruedas'. El resultado tendría algún parecido con el movimiento de las orugas de los tanques.
El diseñador hablar de un cambio de ocho velocidades y de suspensión total. Y, en efecto, vemos dos amortiguadores en la complicada estructura interna que sirve para que las 'ruedas' no colapsen sobre sí mismas; una solución mucho más complicada que los radios de siempre. En el vídeo de arriba puedes verla en acción.
Los problemas de esta extraña bici
Una de las cosas que más suspicacias ha levantado en internet en los últimos días es la aparente imposibilidad de hacer giros. Aunque Henrich no hace referencia a esto en ninguno de sus textos, parece ser que sí está pensado, pues en la maqueta se pueden ver unos pivotes de dirección. Aun así, no es probable que esta rueda única permita mucha movilidad; podrá girar como máximo unos pocos grados a derecha e izquierda, con lo cual su uso quedaría reducido al recreo, y siempre en lugares poco problemáticos, como la ciudad.
No sabemos cuál será el sistema de frenado, pero los cables de las dos manetas parecen conducir, ambos, a la parte central. Por lo que quizá solo se necesite uno, visto que no tenemos realmente dos ruedas, sino una. Otro punto en contra sería que la cantidad de fricción de los elementos mecánicos seguramente aumentaría mucho respecto a una bici tradicional. Lo que la haría bastante más difícil de mover, claro. Quizá necesitara ser una eBike para ser factible.
Aunque la crítica principal está en que se trata de un diseño excesivamente complejo (piensa en lo que supondría arreglar cualquier pequeña avería, un pinchazo mismo) que resuelve... exactamente 0 problemas, hasta donde somos capaces de ver. Cierto que no somos ingenieros, pero no resulta sencillo averiguar qué virtudes tendría la Infinity respecto a una bicicleta cualquiera. Porque, al contrario que en los coches, la tracción total aquí no aportaría realmente grandes ventajas. ¿O sí? ¿Se nos escapa algo?
A pesar de todo, el arquitecto alemán confía en su creación y, en el vídeo de arriba, asegura que todavía nadie le ha dado un "argumento definitivo" por el que esta bici no pueda funcionar en el mundo real. "Es verdad que por ahora se trata nada más que de un prototipo en 3D, así que haría falta invertir bastante dinero y tiempo para ver si es posible", reconoce Henrich. Habrá que estar atentos para ver si esa inyección de liquidez llega.