El Big 6 se han puesto de moda, pero ¿quiénes son?
La manía de poner etiquetas a todo de la sociedad actual ya tiene una, el Big 6, para identificar a los ciclistas más grandes de la actualidad. Aquellos que en los últimos años atraen todas las miradas, copan titulares y son los máximos favoritos en las pruebas en las que compiten. Una generación privilegiada que nos está permitiendo disfrutar del ciclismo como hacía años que no lo hacíamos.
Dominadores absolutos
En un ciclismo que disfruta de un nivel y una espectacularidad como hacía muchos años que no veíamos, 6 ciclistas dominan con mano de hierro el paradigma actual, siendo los máximos favoritoss en todas y cada una de las competiciones en las que toman parte. Un selecto club que en el mundillo ha devenido en la denominación de Big 6 para referirse a ellos.
Evidentemente, para cualquiera de los que seguís este deporte con asiduidad, no necesitan presentación. Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard, Primoz Roglic, Remco Evenepoel, Wout van Aert y Mathieu van der Poel integran el Big 6 por su dominio aplastante y que, en cierto modo, está condicionando en gran medida el desenlace de las carreras con el resto de ciclistas más pendientes de responder a sus ofensivas que a jugar sus propias opciones.
RECOMENDADO
Qué podemos hacer para intentar mejorar nuestra velocidad en subidas
Cuando Donald Trump se metió en el ciclismo: "El Tour de Trump será pronto tan importante como el Tour de Francia"
Lista completa con los ciclistas mejor pagados de 2024
Motivos para moverte con una eBike por la ciudad
Esta sesión de menos de 1 hora en rodillo te salvará el entrenamiento
¿Gafas por dentro o por fuera?
Una definición que todos ellos se han ganado con total merecimiento, proponiendo, gracias a sus grandes cualidades como ciclistas, un ciclismo ofensivo y sin especulaciones que hace las delicias del aficionado que se sienta delante de la televisión esperando el momento de la carrera en el que se desatarán las ofensivas, lejos de ese ciclismo conservador al que estábamos acostumbrados y que reducía las apuestas a únicamente los últimos kilómetros.
En todo caso, dentro del Big 6 tendríamos que establecer dos grandes grupos. Por un lado tenemos a Wout van Aert y Mathieu van der Poel, ciclistas de corte más clasicómano y que han extendido al ciclismo de carretera una respetuosa rivalidad que desde hace más de una década lleva asombrando a los amantes del ciclocross. Sin embargo, por sus características, en el mundo de la carretea sólo disfrutamos de sus batallas durante la temporada de clásicas primaverales, que este año se han decantado claramente en favor de Van der Poel con sus contundentes victorias en Milán-San Remo y París-Roubaix.
Por su parte Van Aert es sin duda el corredor más completo de la actualidad. No sólo es capaz de ganar en las clásicas sino que pasadas las mismas se convierte en un baluarte para el Jumbo-Visma, trabajando para su equipo en todo tipo de terreno, desde una etapa alpina hasta una jornada llana. Por si fuera poco, cuenta con la habilidad y punta de velocidad como para ser capaz de ganar un esprint puro en todo un Tour de Francia y una capacidad contra el crono que le permite disputar frente a los mejores. Incluso se ha especulado con que sería un ciclista capaz de afrontar como líder la general de una gran vuelta.
Van der Poel por su parte es un corredor más especialista que brilla al máximo en las clásicas. Fuera de ahí se convierte en un cazaetapas en las vueltal en las que compite pese a que el pasado año no brilló a su nivel más que en jornadas puntuales. Este año, tras su fantástica primavera, buscará su segundo pico de forma con un buen papel en el Tour de Francia que le servirá como preparación para encarar otro de los retos pendientes como es la consecución del Mundial, en un trazado que puede ser ideal para corredores de pura fuerza como él.
La otra vertiente del Big 6 la foman los que, sobre el papel, son ciclistas de perfil vueltómano. De hecho, el vigente vencedor del Tour de Francia Jonas Vingegaard sería el paradigma del mismo, con una temporada completamente centrada en la Grande Boucle. De hecho apenas ha competido en 3 vueltas por etapas en lo que llevamos de temporada para desaparecer de los focos hasta su próxima participación en Critérium du Dauphiné como previo a su reto del mes de julio. Pese a su victoria en el Tour como principal exponente, la contundencia de sus selectas victorias le ha colocado en el Big 6 aunque no sea un ciclista tan espectacular en sus actuaciones como el resto de integrantes de este grupo.
Seguiríamos por Primoz Roglic, el más veterano de todos ellos con sus 33 años, pero que aún sigue siendo un ciclista de plenas garantías. Una tremendamente explosividad para definir en los finales en ascenso y una capacidad de lucha prácticamente infinita son los fuertes de este ex saltador de esquí. En su palmarés brillan con luz propia las tres Vueltas a España que ha conquistado, y ese amargo segundo puesto en un Tour de Francia que tenía prácticamente ganado en 2020 y cedió en la cronoescalada final. En estos momentos afronta el reto de incorporar el Giro de Italia a su colección de victorias aunque en frente tiene a otro de los Big 6.
Nada menos que Remco Evenepoel, el último niño prodigio del ciclismo, al que se le quedaron cortas las categorías inferiores en las que arrasaba sin contemplación allá donde iba. Pese a sorprender a propios y extraños con su presentación en sociedad en el profesionalismo cuando se impuso de forma insultante en la Clásica de San Sebastián de 2019, una fea caída en Lombardía ese mismo otoño y su decepcionante papel en el Giro de 2020 hicieron pensar que quizás no era para tanto.
Pero ya el año pasado cogió el pulso a la máxima categoría y demostró la clase de corredor que es con una temporada de ensueño que comenzó con una portentosa exhibición en Lieja-Bastoña-Lieja, triunfo que repitió de la misma contundente manera hace unas semanas, y prosiguió repitiendo en Clásica de San Sebastián como anticipo de su dominio en La Vuelta a España, que acallaba las voces que dudaban de su rendimiento en tres semanas. Por si fuera poco, la guinda del mundial lo situaba definitivamente en el Olimpo del ciclismo a sus apenas 23 años.
Y nos dejamos para el final a quién muchas voces ya han dado en calificar como el nuevo Eddy Merckx, como si eso fuera posible. Nos referimos al esloveno Tadej Pogacar, un auténtico portento del ciclismo cuya ambición parece no tener límites, logrando todo los que se propone. Incluso en la derrota se ha mostrado grandioso el dos veces ganador del Tour de Francia, cuando se enfrentó a pecho descubierto al poderío de Jumbo-Visma en la que seguramente será una de las etapas más recordadas de la ronda gala el verano pasado camino del Granon.
Una derrota que le ha hecho más sólido y ambicioso habiéndonos regalado una primavera simplemente insuperable, con exhibiciones allí donde ha ido y entre las que destaca la consecución del Tour de Flandes, una pruebas completamente atípica para un corredor de grandes vueltas. Triunfo al que siguió un dominio casi absoluto de las Ardenas que no pudo culminar a casa de una desgraciada caída en Lieja que podría suponer un lastre en su preparación de cara a recuperar su trono en el Tour de Francia.
6 ciclistas que a los que llevamos muchos años viendo ciclismo nos trasladan a una época que no habíamos podido disfrutar, esa época que hemos escuchado relatar a nuestros padres o abuelos en las que ciclistas como Merckx, Ocaña o Fuente montaban una auténtica batalla campal en cada carrera en la que tomaban parte.