La bomba Zéfal Mt. Mini se ha vuelto una imprescindible en nuestras salidas de MTB: robusta, fiable y de gran capacidad

Actualmente encontramos en el mercado multitud de opciones para inflar nuestros neumáticos cuando vamos en ruta. Desde las botellas de CO2 comprimido hasta los mini compresores eléctricos. Pero la bomba tradicional no morirá nunca pues su infalibilidad y el hecho de poder usarla infinitas veces sin recargas ni recambios es incontestable. Si además una bomba tiene la calidad y el precio de la Zéfal Mt. Mini se convierte en un accesorio a tener en cuenta. La hemos estado poniendo a prueba y la ha superado con nota.

Zéfal Mt. Mini: una mini bomba de gran volumen

Dentro de las bombas diseñadas para llevar encima en nuestras rutas, hay opciones que buscan la máxima ligereza y mínimo volumen de espacio, para ganar en portabilidad a costa de perder capacidad de inflado y comodidad de uso. Y hay bombas que priorizan el funcionamiento y capacidad. La Zéfal Mt. Mini que hemos puesto a prueba es de estas últimas.

En el catálogo de Zéfal encontramos diversas opciones de mini bombas y la Mt.Mini que aquí probamos no es la más pequelña y ligera ya que lo que prioriza en ella es la efectividad. Además, está orientada claramente al MTB, donde el volumen de los neumáticos es mayor.

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Tiene el tamaño justo para que siga siendo factible llevarla en el bolsillo de un maillot, aunque sobresaldrá parte de ella, pero lo más práctico es llevarla adosada a la bici, y para ello viene incluido un clip de fijación de goma que se ajusta con un velcro, de manera que podemos adosarla casi en cualquier parte de la bici.

La bomba está construida en aluminio y destaca por su robustez y da sensación de durabilidad.
La tapa del racor y la palanca de bloqueo tienen un acabado arcoíris que le da un toque estético.

El racor es reversible según se pretenda usar en válvula Presta o Schrader. Aquí hubiéramos preferido un racor universal, pero entendemos que así es más fiable y duradero y, además, hoy en día, las válvulas Presta es lo que encontramos en más del 90% de las bicis, así que no tendremos que cambiar de posición casi nunca la goma.
Un detalle de calidad en su construcción es el cierre magnético. Cuando la comprimimos del todo, un imán hace que no se abra accidentalmente.

El racor de la Mt. Mini es flexible y extensible, pues tirando de él sale un latiguillo que permite que inflemos el neumático sin maltratar la válvula de la bici.

La presión máxima recomendada para esta bomba es de 4 bares, o 58 psi. Ideal para su uso en MTB, donde actualmente es raro que las presiones lleguen a 2 bares. Pero también puede ser factible su uso en gravel, aunque Zéfal tiene en su catálogo un modelo específico.

La parte negativa de contar con una bomba robusta y de generoso volumen es el peso, pues es algo elevado. Aunque en nuestra báscula marcó algunos gramos menos de lo anunciado, pues se quedó en 200 gramos justos, respecto a los 208 gramos que anuncia.

La Zéfal Mt. Mini a prueba

Cuando recibimos la bomba hicimos nuestras primeras pruebas antes de salir y pudimos comprobar la comodidad de uso y rapidez en el inflado.

El racor se fija a la válvula con suficiente firmeza gracias a su palanca de bloqueo y, gracias al latiguillo extensible, podemos bombear sin miedo a dañar la propia válvula. Hicimos una prueba con una rueda de 29” y 2,35” de grosor y, desde cero, necesitamos 60 bombeos para llevarla a su presión de uso, es decir, que en menos de un minuto inflamos cualquier neumático de MTB.

La hemos estado llevando durante unas cuantas rutas y su soporte no nos ha dado ningún problema, olvidándonos de que está ahí.

Solo hay que tener en cuenta que, si llevamos una bomba tan efectiva como esta Zéfal Mt. Mini, y en nuestra grupeta ya la han visto en funcionamiento, ante cualquier pinchazo o pérdida de presión que ocurra en el grupo, tendremos que echar mano de ella, pues todos nos van a buscar con la mirada.

Si esto no es inconveniente podremos adquirir la Zéfal Mt. Mini a un precio de 39,95€