El botellazo a Van der Poel podría cambiar la persecución de aficionados violentos y peligrosos para siempre
El bidonazo que sufrió Mathieu van der Poel durante la disputa de la París-Roubaix 2025 podría suponer el punto de inflexión en la persecución de estas acciones tal como se recoge en el comunicado emitido por Alpecin-Deceunink, las declaraciones de Adrie Van der Poel o el sólido respaldo ante cualquier actuación que puedan llevar a cabo que ha manifestado la UCI.
Alpecin-Deceuninck se cansa de las agresiones a Van der Poel y emprenderá acciones legales
Esta vez, Alpecin-Deceuninck no se va a andar con medias tintas y presentará una denuncia formal contra el espectador que, el pasado domingo, arrojó un bidón a Mathieu van der Poel cuando rodaba en solitario hacia su tercera victoria en la París-Roubaix.
Unos hechos que, según explica el equipo, están habitualmente relacionados con el excesivo consumo de alcohol. Sin embargo, lo realmente preocupante es la escalada en los incidentes que ha venido sufriendo Mathieu van der Poel ya sea en la temporada de ciclocross donde incluso han llegado a lanzarle orina y cerveza como explicaba Adrie van der Poel, padre y manager de Mathieu.
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Aparte, Alpecin-Deceuninck ha explicado que seguirán detenidamente el desarrollo del proceso pero no darán más publicidad al asunto. A su vez, llaman al diálogo entre los diferentes estamentos del ciclismo ciclistas, equipos, federaciones, organizadores y autoridades a fin de establecer una serie de medidas para evitar que este tipo de individuos estén presentes en los eventos ciclistas.
Por su parte, la UCI mostró su pleno apoyo indicando que explorarán medidas junto a las autoridades competentes así como las vías legales para que la persona que lanzó el bidón a Mathieu van der Poel sea severamente sancionada. Similar actitud de condena expresaron la Asociación de ciclistas profesionales, la asociación de organizadores de carreras ciclistas y la asociación de equipos.
Las actitudes antideportivas de espectadores hacia los ciclistas no es algo nuevo en el ciclismo. En la memoria de los más veteranos y aquellos amantes de la historia del ciclismo seguro que está aquel Tour de Francia de 1975 cuando el mismísimo Eddy Merckx recibió un puñetazo por parte de un espectador francés y que, según el propio ciclista belga, fue el desencadenante de que, días después, cediera el maillot amarillo ante Bernard Thevenet, casi a las puertas de París, en la última etapa alpina con final en Pra Loup.
Sin embargo, en la época de las redes sociales donde muchos buscan su minuto de protagonismo, estas acciones han ido generalizándose, ya sea de forma intencionada como ocurrió el domingo en París-Roubaix, o por simple negligencia como en el Tour de 2021 cuando una espectadora que mostraba un cartel a las cámaras provocó una tremenda montonera.