Para mi BTT, ¿mejor un manillar ancho o estrecho?
En los últimos años la tendencia en el mundo de las BTT ha sido la apuesta por el manillar ancho. Si bien mucha gente, acostumbrada a un manillar estrecho o comparación a la mayoría de los actuales, se sigue sitiendo más cómoda con ellos, la realidad es que esa deriva se debe a que un manillar ancho optimiza nuestra BTT en muchos aspectos. Esos son los que vamos a repasar en el artículo de hoy, dedicado a si es conveniente apostar por un manillar ancho o estrecho en nuestra BTT.
Un manillar ancho hace, per se, más estable y manejable nuestra bicicleta. Al ser más ancho el impacto lateral debe ser mayor para que perdamos el control de la dirección, y nosotros necesitaremos imprimir menos fuerza sobre nuestro manillar ancho para mantener el control. La aparición en el mercado de las BTT de las ruedas de 29", un diámetro mayor al tradicional, obligaron a este cambio que ya es tendencia, y se impone sobre otras alternativas.
Sin embargo, hay situaciones en las que un manillar ancho no es el más adecuado y puede, incluso, suponer un obstáculo para el ciclista. Si los tramos que solemos recorrer no son propicios para alcanzar altas velocidades, si son especialmente estrechos y cerrados por la vegetación y si nuestra envergadura de brazos es corta y se nos hace incómodo montar sobre una BTT con ese manillar, la opción ideal sería apostar por uno más estrecho. Siempre hay que atender a las circunstancias concretas, la que generalmente es la mejor opción no lo es en cualquier situación.
Así pues, en la mayoría de los casos un manillar ancho sería la opción más lógica, segura y eficiente. Sin embargo, existen excepciones y situaciones concretas en las que le sacaríamos mayor partido a nuestra BTT con un manillar de una anchura inferior, ya sea por nuestro propio físico o por las condiciones del terreno que solamos transitar.