Por primera vez se están utilizando cabras para preparar la París Roubaix
La organizadora de la París-Roubaix ha decidido contratar los servicios de una cuarentena de cabras de la región para que coman la hierba que nace de entre los adoquines. Los trabajos se realizan en el famoso bosque de Arenberg y se alargarán hasta la semana previa a la carrera.
Un rebaño de cabras para quitar la hierba de los adoquines, la peculiar idea 'eco' para preparar una de las clásicas más especiales
La París-Roubaix es una de las clásicas más esperadas del año. El interminable traqueteo al que tienen que enfrentarse los ciclistas a su paso por los adoquines convierten esta prueba en una de las más especiales del calendario. Uno de los monumentos del ciclismo, que ahora cuenta entre sus empleados con cerca de cuarenta cabras.
ASO -organizadora de la competición- les ha encomendado la tarea de comer la hierba que crece entre los adoquines del bosque de Arenberg para que este tramo quede en perfectas condiciones los próximos 8 y 9 de abril, cuando se disputa la carrera.
RECOMENDADO
Pros y contras de contar calorías si buscas perder peso
Configura tus manetas al milímetro con esta guía
¿Caducan los cascos de ciclismo?
Qué podemos hacer para intentar mejorar nuestra velocidad en subidas
Cuando Donald Trump se metió en el ciclismo: "El Tour de Trump será pronto tan importante como el Tour de Francia"
Lista completa con los ciclistas mejor pagados de 2024
"Es la primera vez que utilizamos este método", ha explicado al medio Cycling Weekly el diseñador de carreras de ASO, Thierry Gouvenou. Así, las cabras son una manera ecológica de hacer un trabajo reservado a menudo a herbicidas y cortacéspedes.
La iniciativa también pretende apoyar la tradición y la economía de la zona. Por eso, se usan cabras Poitou que pertenecen a la organización benéfica Espoir Avenir, que da trabajo a personas desocupadas. Entre sus filas también cuentan con la ayuda de algunas ovejas Boulonnais.
Las cabras llevan comiendo la hierba del Arenberg desde febrero. Por el momento, el rebaño está situado en los primeros 900 metros de los 2.300 con los que cuenta este tramo.
La elección del Arenberg como campo de trabajo no es casualidad. Lo cierto es que aquí la hierba crece más deprisa porque el tramo está cerrado al tráfico y "también es muy oscuro y húmedo", tal y como explica François Doulcier, presidente de Les Amis de Paris-Roubaix (encargados del mantenimiento de los adoquines).
Además, "el pastor dice que las cabras están encantadas de hacer sus excursiones diarias al Arenberg", comenta Gouvenou.
Una idea con resultado incierto
La iniciativa empezó hace más de un año cuando la ASO mantuvo una reunión a principios de 2022 con representantes locales, la comisión forestal y Les Amis de Paris-Roubaix.
Del encuentro salieron varias ideas para gestionar la hierba que crecía libremente por los tramos de adoquines. "Probamos a barrer, a usar fuego para quemar la hierba y a arrastrar un cepillo gigante desde detrás de un tractor", afirma Gouvenou en declaraciones al medio británico.
La organización no descarta volver a recurrir a las cabras durante el año. Todo dependerá de cuánto crece la hierba a lo largo de los próximos meses. Por eso, Gouvenou señala que quizás tengan que regresar "una, dos o tres veces más".
Por su parte, Doulcier, aunque partidario de la iniciativa, admite que de momento es "demasiado pronto" para calificar de exitoso el trabajo de las cabras. Así que habrá que esperar algo más de tiempo para saber si estos herbívoros han hecho un trabajo digno del cortacésped más afilado.