Por qué es tan importante el calentamiento como el enfriamiento o cool down en el ciclismo
Es de las primeras cosas que enseñan en las escuelas de ciclismo: a calentar correctamente, a poner atención y darle la importancia que tiene a esta fase fundamental para mejorar el rendimiento y evitar lesiones. Pero hay otra fase más denostada, más olvidada, que es el enfriamiento, también denominada en el mundo anglosajón como cool down. Y sin embargo, esta última fase es tan importante como la que más.
La importancia del calentamiento ciclista
Así que en Brújula Bike hemos querido equiparar ambas fases y explicar por qué cada una es tan importante y por qué es fundamental realizarlas siempre y realizarlas bien.
Así que comenzando por el principio, el calentamiento es esa parte previa al entrenamiento o la competición pura. Esa fase de atemperación que el ciclista lleva a cabo para poner el cuerpo en marcha, a la temperatura y con la movilidad que lo que viene después le va a exigir. Preparar el cuerpo y la mente para dar lo mejor de sí.
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El calentamiento ayuda a utilizar la energía que alberga tu organismo de manera muchísimo más eficiente, pero también a un aumento progresivo de la frecuencia cardíaca. Todo ello, principalmente, para evitar problemas o lesiones gracias a ese aumento de la temperatura corporal progresivo. Pero además, en tu cerebro ocurren cosas interesantísimas: con un buen calentamiento ciclista, tu cerebro ya empieza a liberar las sustancias propias del ejercicio, así que prepara a tu organismo y te facilita la concentración.
Dependiendo del ejercicio posterior, un buen entrenamiento ciclista puede ser más largo en el tiempo, pero como mínimo deberías calentar durante al menos 20 minutos. Hazlo de forma lenta, con ejercicios transicionales y leves que van incrementando su intensidad. Básicamente, rueda a una cadencia alegre y sin resistencia.
El enfriamiento ciclista o cool down ciclista
El enfriamiento o cool down, en cambio, es la fase final. Ya has calentado, ya has hecho tu entrenamiento o has competido, y ahora viene el cierre de todo eso. No basta con bajarse de la bicicleta y olvidarlo todo. Más aún si tu temporada continúa, si tu tabla de entrenamientos se prolonga en días sucesivos. Porque un mal cool down te perjudica en cuanto a recuperación se refiere.
Se trata de hacer regresar a tu cuerpo al estado previo. Por lo tanto, te puede servir cambiar el punto de vista y no verlo como la última fase de hoy, sino como la primera fase de mañana. Si recuperas bien, si enfrías bien, mañana te irá mejor.
El cool down ayuda a eliminar los conocidos como desechos metabólicos musculares. No eliminarlos conlleva sobrecarga, agujetas y saturación general de la circulación sanguínea en las piernas tras un esfuerzo notable, así que es fundamental poner atención para eliminar lo primero y redistribuir bien lo segundo. Mentalmente, así como ocurre con el calentamiento, ayuda a volver a un estado de calma y reposo también mental.
Su tiempo es menor, con unos 10 minutos es suficiente, pero hay que hacerlo progresivamente, no parar de golpe y dejar la bici aparcada. Es sencillo: haz algo similar al calentamiento, con cadencia muy alegre y muy ligera, y aguanta esos 10 minutos así, bajando progresivamente la cadencia hasta que tu pulsómetro te indique unas 80 pulsaciones. Ya habrás entrado en la zona de reposo o estado normal, así que habrás hecho regresar a tu cuerpo al inicio.
En resumen, dedica al menos 15 y 15 minutos a las fases de calentamiento ciclista y enfriamiento o cool down ciclista, acompañados de fases de estiramiento. Notarás que funciona y comprobarás en tus propias carnes su importancia.