¿Calor o frío? Qué es mejor para recuperar
Una vez hecho el esfuerzo, es el momento de recuperar musculatura, pero ¿a través de frío o a través de calor? ¿Es mejor aplicar hielo para mejorar la circulación, o aplicar calor para distender las fibras y relajarlas?
Recuperar musculatura con frío
Ambas terapias pueden ser útiles para la recuperación muscular, y la cuestión pasa a ser cómo y cuándo usar cada una de ellas, o cuál usar preferentemente.
Por eso, debemos comentar brevemente en qué consiste una terapia de frío y una terapia de calor y sus respectivos beneficios.
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La aplicación de frío, fundamentalmente hielo o agua con hielo en lo que se conoce como crioterapia, supone uno de los métodos más extendidos y constrastados de recuperación muscular. La acción de la aplicación del frío sobre el tejido muscular actúa de forma muy rápida y lo hace vasoconstriñendo los vasos sanguíneos, estirados y ensanchados durante el ejercicio físico. Es decir, tus piernas están totalmente llenas de sangre y aplicándoles frío reduces la inflamación, la actividad metabólica y, en consecuencia, la degradación de los tejidos. Recuperar musculatura en estado puro.
Además, el flujo sanguíneo de retorno, se acelera. Por lo tanto, que la sangre vuelva a pasar por el corazón y se oxigene, algo que requiere un esfuerzo por parte de nuestro organismo, se facilita al reducir los conductos por los que fluje.
Ni qué decir tiene que además de para recuperar musculatura, la aplicación de hielo reduce el dolor muscular y hace que recuperes más rápidamente.
Recuperar musculatura con calor
Aplicar calor, en cambio, también ofrece numerosos beneficios para la recuperación muscular. Es cierto que su uso está menos contrastado y menos extendido, pero muchos expertos aconsejan incluso sauna o jacuzzi, con calor alto, para recuperar. El calor relaja la musculatura y aumenta la elasticidad, por lo que los estiramientos se facilitan.
Por lo tanto, si buscas recuperar musculatura a través de una mejora de la elasticidad, aplicar calor de forma puntual puede beneficiarte. Eso sí, si tienes algún dolor o lesión, obvia cualquier aplicación de calor porque empeorará tu recuperación.
Por lo tanto, en un balance rápido, es evidente que el frío gana. Recuperar musculatura supone que existe una intención de volver a ejercitarlo en breve, y en ese caso el frío gana por goleada. Todos los estudios científicos lo evidencian, sí que es cierto que hay muchos menos sobre el uso de calor.
Pero la recuperación, como parte de un entrenamiento más general, también supone pensar más en una recuperación temprana que en una mejora de la elasticidad o relajación muscular, por lo que el frío es sin duda la terapia más usada y contrastada de recuperación muscular.