Campagnolo presenta un sacacorchos de 1.950 €
La marca de Vicenza lanza una edición limitada de su tradicional sacacorchos, uno de los regalos ciclistas más típicos de estas fechas, bañada en oro. Un obsequio cargado de exclusividad que hará las delicias de los ciclistas que disfrutan tanto de las buenas bicis como de los mejores vinos.
Pon un toque de elegancia en tu mesa con el sacacorchos Big de Campagnolo
La historia de Campagnolo está plagada de búsquedas de soluciones a problemas que el legendario Tulio Campagnolo se iba encontrando. Legendario es el origen de la marca cuando, en el año 1927, en las rampas del puerto dolomítico de la Croce d’Aune, se vio incapaz de aflojar la rueda de su bici para darle la vuelta y colocar el piñon para el ascenso con las tuercas de mariposa que se utilizaban entonces al tener las manos entumecidas por el frío de un gélido día. Surgió ahí la idea del cierre rápido que sería el germen de la famosa marca de componentes.
Ya en los años 60, Tulio Campagnolo se encontraría con un nuevo problema, esta vez sobre la mesa. Cansado de corchos que se rompían y arruinaban la degustación de algunas selectas botellas de vino ideó un sacacorchos infalible cuyo diseño, desde entonces, ha sido imitado hasta la saciedad gracias a su diseño autocentrante que evita perforar el corcho torcido y su espiral larga que permite sujetar el corto totalmente para extraerlo sin esfuerzo actuando sobre sus palancas.
RECOMENDADO
Sin embargo, el sacacorchos Big, tal como lo ideó en su día Tulio Campagnolo, sigue presente en el catálogo de la marca y se ha convertido año tras año en uno de los regalos más exquisitos que se le puede hacer a un ciclista, que también sea amante del vino, por supuesto.
De cara a estas navidades, Campagnolo ha dado una vuelta de tuerca a este producto atemporal, lanzando una exclusiva edición limitada disponible en dos versiones: una bañada en oro de 24 quilates y otra acabada en oro rosa de 18 quilates.
Evidentemente, cuando las palabras limitado y oro van juntas, como podréis imaginar, no se trata de un regalo barato: 1.950 € cuesta contar con este exclusivo obsequio.
Por suerte para los que tengan cuentas bancarias menos saneadas, Campagnolo mantiene en su catálogo el modelo tradicional, existente en versión acero por 179 €, una edición cromada que sube hasta los 199 € y otro con acabado en titanio por el que habrá que desembolsar 209 €.