Campagnolo Super Record WRL: electrónico, sin cables y más de 5.000€
La histórica firma italiana renueva sus grupo estrella para ciclismo de carretera. Este nuevo Super Record que acaba de presentar Campagnolo evoluciona su tecnología electrónica para salgar al demandado funcionamiento sin cables, una solución óptima para simplificar la mecánica de las bicis actuales en las que todo el guiado se realiza por el interior del cuadro.
Campagnolo lleva su Super Record a una nueva dimensión
Mucho se había rumoreado, principalmente por la presentación por parte de Campagnolo de diversas patentes, con que la marca de Vicenza podría estar trabajando en un grupo inalámbrico. Sin embargo el no haber trascendido ninguna información al respecto, ni las típicas fotos espía que se suelen filtrar ha cogido al mundillo ciclista de sorpresa.
Sin embargo, pese a la menor presencia de los grupos Campagnolo tanto en bicis de serie como en competición, la histórica marca demuestra que sigue muy viva con este nuevo Super Record WRL que pone al grupo estrella de su catálogo a la última en tecnología. Un grupo en el que se mantiene el elitismo que siempre a acompañado al Super Record y que queda patente en su precio de 5.200 €.
Casette 10
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Lo primero en lo que nos fijamos de este nuevo grupo es en su rediseñado casette que, pese a contar con la tecnología para incluir 13 piñones como los que usa su grupo de gravel Ekar, Campagnolo ha preferido mantener los 12 piñones en este Super Record WRL. Al igual que en todos sus últimos grupos, utiliza su propio sistema de nucleo N3W. Sin embargo lo que realmente destaca es que, al igual que SRAM, Campagnolo ha optado por comenzar sus casettes con el piñón de 10 dientes.
Podremos encontrar 3 dentados disponibles, 10-29, 10-27 y 10-25, pesando este último apenas 210 gramos. Unas opciones de dentado que permiten disponer de unos saltos de dientes muy cerrados para lograr la máxima progresividad de desarrollos.
Bielas exquisitas
La fibra de carbono continúa siendo protagonista en las bielas que acompañan al Super Record WRL, con una estructura hueca para aligerar al máximo, en lo que también pone su granito de arena el eje elaborado en titanio. Por supuesto, Campagnolo utiliza su sistema de fijación Ultratorque con el que el eje se divide en dos semiejes que se fijan en la parte media mediante un dentado y un robusto tornillo.
Como habréis imaginado tras ver los dentados disponibles para el casette, los platos han reducido su tamaño, de nuevo, también emulando la filosofía iniciada por SRAM. Quienes deseen montar el nuevo Super Record podrán optar por un 50/34, 48/32 o 45/29, estando las bielas disponibles en medidas 165, 170, 172,5 y 175 mm. Como referencia, la opción 45/29 en 172,5 mm tiene un peso declarado por la marca de 585 g.
Manetas a la medida de la mano
El cambio en la ergonomía de las manetas es, sin duda, una de las grandes novedades de este Super Record WRL. Lo primero que salta a la vista que que Campagnolo claudica y prescinde de su clásico pulsador en la cara interior del cuerpo que accionábamos con el pulgar para bajar piñones o platos. En su lugar, ambos pulsadores de cambio pasan a estar en una posición más convencional tras la maneta de freno en una solución que nos recuerda a la empleada por el grupo electrónico de FSA.
En lo que es el cuerpo en sí de la maneta, Campagnolo ha evolucionado la forma de la misma para lograr una mejor ergonomía, dotándola de una pequeña joroba en la zona más próxima al manillar que sirve para acomodar el hueco de la mano de la forma más natural.
Las manetas, al igual que las de sus competidores, se alimentan con las habituales pilas CR2032 que ofrecen una duración de hasta 2 años, pudiendo estar al tanto de su carga ya sea mediante el led de la propia maneta o a través de la app MyCampy 3.0 que además de gestionar todo el grupo, permite personalizarlo a nuestro gusto. Por cierto, Campagnolo añade un pequeño pulsador en el cuerpo de la maneta que permite apagarlas para evitar cambios involuntarios durante el transporte y, claro, para ahorrar batería. Señalar que la pareja de manetas tiene un peso declarado por Campagnolo de 745 g.
Diseño y precisión se dan la mano en cambio y desviador
Además de las bielas y las manetas, el tercer elemento más visible de cualquier grupo son los desviadores en los que Campagnolo, además de buscar el mejor funcionamiento ha aprovechado para crear un diseño espectacular que, personalmente, nos parece todo un acierto. Formas redondeadas y una perfecta integración de las baterías en su estructura hacen que estéticamente resulten insuperables.
Como es tradición en el Super Record, la fibra de carbono es omnipresente en el cuerpo del cambio, caja de poleas, el desviador y en la placa externa de este último (la interna es de aluminio).
El cambio trasero se encuentra diseñado para funcionar con cualquiera de los tres casettes disponibles sin tener que realizar ningún tipo de ajuste ya que el propio cambio es capaz de detectar el piñon sobre el que está coloca y autoajustar su posición en consecuencia.
En lo que respecta a las baterías, Campagnolo afirma que disponen de 750 kilómetros de autonomía contando estas con un conector de carga magnético siendo posible cargarlas tanto retirándolas de la bici como sobre la misma. Unas baterías que se recargan al 100% en apenas 60 minutos y, si tenemos que realizar una carga a última hora, apenas 15 minutos bastan para contar con un quinto de carga, suficiente para salvar la ruta del día si nos acordamos justo antes de salir a montar de que habíamos olvidado cargarlas.
Respecto a los pesos, comentar que para el desviador se declaran 160 g mientras que el cambio trasero detiene la báscula en 295 g.
Frenada perfecta
Los frenos tampoco se han librado de la evolución realizada por Campagnolo en este nuevo grupo. Aquí Campagnolo ha buscado mayor potencia y modulación para lo cual ha optado por pistones de 22 mm de diámetro. También se ha incidido en otro de los aspectos que más critican los ciclistas de carretera como son los pequeños roces. Para ello, se ha mejorado el retorno de las pastillas a su posición de reposo, garantizando un espacio libre con el disco de 0,4 a 0,8 mm.
Aparte, se ha añadido una pequeña lámina metálica entre el pistón y la pastilla que tiene como finalidad reducir las vibraciones, a menudo, las causantes de los escandalosos chirridos que a veces acompañan a las frenadas. El último punto sobre el que ha trabajado Campagnolo es el de reducir el calentamiento de los frenos. Para ello, además del diseño específico del cuerpo de la pinza, los propios discos, disponibles en 140 o 160 mm, son flotantes y han sido aligerados respecto a los actuales, contando además con un biselado anticorte en su borde.