Hedkayse, el casco que sigue siendo seguro después de un accidente
Plegable, con memory foam en vez de poliestireno y usable después de impactado. Se le pueden colocar muchos adjetivos al Hedkayse, pero hay uno que sin duda lo define: diferente.
Hedkayse: un casco totalmente diferente
Las características generales del Hedkayse son dos: es plegable y permanece intacto después de un impacto. La patente pretende conseguir un modelo reutilizable y, por lo tanto, más sostenible, que al mismo tiempo sea versátil y almacenable de forma plegada. El público objetivo: el urbanita preocupado por el medio ambiente que además necesita portar el casco a menudo.
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La clave reside en el material de su fabricación, que huye del tradicional poliestireno expandido e incorpora una especie de goma patentada, muy parecida al memory foam que se ha implantado sobre todo en zapatillas de running. Esa es la verdadera innovación, porque en 30 años desde que las primeras chichoneras se transformaron en cascos de inyección in-mold, este aspecto no ha cambiado ni un ápice. Los cascos siguen siendo, fundamentalmente, una carcasa de corcho que absorba el impacto.
Pero el Hedkayse ha patentado este material, llamado Enkayse, y pretende cambiar esta perspectiva. La composición del material es privada y la patente así lo ampara, pero tanto al tacto como su comportamiento se asemejan a esa memory foam, eso sí, con mayor dureza. Pero al marcar el dedo, la especie de esponja vuelve lentamente a su posición inicial.
Ventajas y desventajas del Hedkayse
Este material, aseguran desde Hedkayse, es mejor para impactos múltiples pero también para reutilizar el casco en caso de impacto sostenido que no dañe la estructura plástica del casco. Porque contiene una especie de ejes horizontales que crean una malla sobre la que se apoyan las piezas de Enkayse.
Hasta ahora, los fabricantes de cascos de bici no eran muy tajantes a la hora de definir la caducidad de un casco. Eso sí, se estimaba en unos 4 años aproximadamente, un valor que era muy relativo en función del uso y la exposición que el casco de bici hubiese tenido.
El Hedkayse se trata, sin embargo, de un casco sin fecha de caducidad. Su estructura, en una especie de escamas o láminas, hace que se pueda plegar y reducir su tamaño a la mitad. Disponible en una sola talla, se ajusta a cualquier cabeza además, aprovechando esta construcción, y su medida va desde los 49 hasta los casi 59 centímetros.
Quizá las críticas van en ese sentido: crear un producto con tanto tallaje debe repercutir sin duda en un peor ajuste, un elemento fundamental a la hora de adquirir un casco de bici. Desde Hedkayse aseguran que el ajuste es bueno, sin embargo. También, una especie de malla de tejido, se solapa encima del casco, que está hecha en nylon resistente a los roces.
El peso del Hedkayse, cerca de los 500 gramos, algo que tampoco es un punto a favor. Y su ventilación tampoco: pocos conductos, constituyéndose como un casco bastante cerrado.
Por todas estas razones, su rango de público se reduce. Pero sí que resulta al menos un producto interesante en cuanto a su innovación en diseño y materiales. Pagar unos 160 euros por el Hedkayse es decisión particular, porque supone que no resulte tampoco un casco barato, sobre todo por la investigación y la evolución que ha necesitado. En resumen: un producto interesante pero para un público reducido y muy concreto.