El lanzamineto del casco inflable Ventete ah-1 se salda con un éxito rotundo. La compañía ha registrado una avalancha de ventas en proporción a las unidades fabricadas que ha agotado las existencias en apenas unas horas. El casco estaba disponible por unos 417 euros y al peculiar diseño hay que añadir la mejora de la protección contra los impactos respecto a los modelos convencionales de espuma EPS.
Ventete ah-1: el casco que quiere poner patas arriba la industria
La evolución forma parte del ciclismo, que se puede definir como un mercado dinámico en el que los fabricantes compiten por imponer sus nuevas maneras de entender el deporte. Sin embargo, algunas de estas evoluciones tienen un carácter disruptivo que rompen los esquemas y plantean un concepto totalmente renovado. Los cascos hinchables pertenecen a este grupo y si hace un tiempo salió a la palestra Inflabi, ahora es Ventete quien acapara los titulares.
Ventete es una empresa con sede en Londres que fabrica en Suiza y que, tras casi una década de desarrollo, lleva desde febrero alimentando el lanzamiento del ah-1. La compañía abrió la veda el pasado 16 de julio y la demanda fue tal que las existencias se agotaron solo unas horas después.
El ah-1 utiliza aire a presión para hinchar y dar forma al casco; una solución concebida en mayor medida para ciclistas urbanos que consigue inflarse en menos de 30 segundos y que al desinflarse se pliega hasta ocupar un tamaño parecido al de un ordenador portátil. Ventete incluye una minibomba eléctrica recargable USB-C que lo hincha a través de una válvula presta estándar.
Una de las claves del casco es que Ventete asegura que ofrece una protección en caso de impacto -tanto lineales como rotacionales- con mayor capacidad de mitigación que la que otorgan los cascos de espuma EPS, según informan tras las pruebas independientes que realizaron en HeadLab, en el Imperial College de Londres.
Además, explican que ha superado los requisitos de seguridad de la certificación CE/UKCA (EN1078).
Otro punto importante es que Ventete asegura que han trabajado para que su sistema patentado de indicador de presión lea de manera correcta la presión de funcionamiento segura. Parte de los esfuerzos también se han centrado en evitar los riesgos de pinchazo; para ello se han reforzado las 11 cámaras de nylon de alta tenacidad con un nervio de polímero. Por otro lado, las cámaras están forradas con un acolchado.
El casco consigue grandes dotes de transpirabilidad, ya que se asienta ligeramente sobre la cabeza y permite que el aire circule de manera ininterrumpida. La estructura neumática permite disipar eficazmente el calor, según Ventete, que explica que las pruebas que han llevado a cabo ponen de manifiesto la superioridad de su producto -en cuanto a refrigeración- respecto a los modelos convencionales de espuma EPS.
Ventete ha advertido de la incompatibilidad del uso de bombonas de CO2. El ah-1 se puso a la venta ayer por un precio de unos 417 euros y en apenas unas horas agotó las existencias del fabricante, que todavía no ha anunciado cuándo se pondrá de nuevo a la venta.
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The Ventete AH-1 inflatable helmet sold out in a matter of hours
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