El CEO de SRAM habla sobre la escasez de componentes
A pesar de que hay escasez de componentes en todo el sector, el fabricante SRAM tiene ahora "más productos terminados en las estanterías que nunca en la historia". Así lo ha afirmado en una entrevista reciente el propio CEO de la compañía estadounidense, Ken Lousberg. Y esta aparente paradoja se debe a que el problema ya no está, como antes, en el lado de la fabricación, sino en el del transporte marítimo. Según afirma el ejecutivo, no hay suficientes containers ni capacidad para estibarlos a la velocidad necesaria. Una situación que estima que se resolverá en el próximo año.
Capacidad, materiales y transporte: los tres retos
Como seguramente sabrás, el enorme pico de demanda que siguió a los confinamientos en 2020 llevó al sector de la bicicleta a una rotura de stock sin precedentes. Sobre todo, porque había muchos más clientes que se acercaban por primera vez al deporte; y, en segundo lugar, porque la mayoría de la producción está deslocalizada en Asia. Cuando las fábricas de los países de Oriente se detuvieron completamente (para después ponerse en marcha poco a poco), el golpe fue tremendo.
Hablando en el pódcast 'Nerd Alert' de Cycling Tips, Lousberg afirma que hoy hay "entre 3 y 10 veces" más ciclistas en todo el mundo que antes de la pandemia. Eso supone millones de personas. Y, en concreto, el grupo SRAM (que, con marcas como RockShox, Time o Zipp, es uno de los tres grandes de los componentes, junto con Shimano y Campagnolo) ha registrado aumentos de entre el 50% y el 100% en la demanda. En algunas líneas, incluso más, según especifica su CEO.
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Por eso, en los últimos 18 meses han realizado "enormes inversiones" en sus fábricas, contratando cientos de profesionales y aumentando turnos, con lo que han conseguido "doblar la capacidad en algunas líneas". Entre otras cosas, como te contamos hace unos meses, han abierto una nueva fábrica de pedales Time en Portugal. Después de eso, sin embargo, el problema pasó a ser conseguir las materias primas. Sobre todo, el magnesio y el aluminio, dos sectores en los que también existía escasez hasta hace unos 6 meses.
Resuelto ese segundo reto, ahora se enfrentan al del transporte marítimo, según Lousberg. "Nuestros clientes no son capaces de conseguir containers para llevar las bicis montadas desde Asia, ni tampoco los componentes para ensamblarlas en Europa", subraya.
En su opinión, este último obstáculo irá superándose a lo largo de este 2022: "A lo largo del año la demanda y la oferta irán alineándose. Empezarás a poder ir a la tienda o el taller a mirar diferentes opciones, y comprar lo que quieras". Eso sí, mientras tanto ellos no han perdido el tiempo, y están probando ya nuevos prototipos de frenos con Nino Schurter y registrando patentes para un sistema de doble plato sin desviador.
Las consecuencias
Dejando de lado la ironía de que una empresa de componentes de bicis tenga problemas en la cadena (de suministros), lo cierto es que la crisis de los contenedores es muy real. No solo han doblado su precio desde hace un año (de 5.000 dólares a 9.500), sino que el último informe de Container Xchange afirma que el problema ya no está en los puertos asiáticos, sino en los europeos y norteamericanos.
Mientras que en China solo pasan 5 días de media en los muelles, en Reino Unido y Estados Unidos esa cifra asciende a 50. Casi dos meses. Y, en Alemania, transcurren 25 días hasta que vuelven a poder utilizarse.
Mientras tanto, la situación continúa poniendo contra las cuerdas a buena parte de las pequeñas y medianas empresas de la industria. Y, de hecho, acaba de cobrarse una nueva víctima: la marca británica Bowman Cycles, especializada en cuadros de acero y aluminio, ha entrado este enero en liquidación precisamente por los problemas en la cadena de suministro, que le impedían acceder a los componentes que necesitaban hasta el próximo mes de agosto.