Cerveza sin alcohol y deporte: ¿la mejor bebida post-salida?
¿A quién no le apetece una cerveza después de hacerse una buena cantidad de kilómetros con la bici, sobre todo en uno de esos días veraniegos de calor sofocante? Pero sabemos que el alcohol no es precisamente amigo de los deportistas. Por de pronto, al contrario de lo que indica la sabiduría popular, esta sustancia deshidrata, así que no nos ayuda a recuperar lo perdido. Pero... ¿y qué hay de las 0.0? Tienen vitaminas, minerales, abundante agua y, cada vez más, buen sabor, así como una cantidad insignificante de 'veneno'. ¿Puede la cerveza sin alcohol ser la mejor bebida post-salida? Vamos a verlo en detalle.
La cerveza 0.0, ¿bebida isotónica?
Las 'sin' llevan con nosotros más de un siglo (aunque en España la primera fue la de Ámbar, en 1976) y, como quizá sepas, no son más que cervezas normales a las que se les extrae el alcohol. En ese proceso, pierden también algunas de sus propiedades organolépticas, por lo que antes solían ser... poco agradables, por decir poco. Pero en los últimos años ha habido dos grandes revoluciones en esto.
Por una parte, se ha conseguido devolver algunos de esos aromas y sabores perdidos, por lo que verás bebidas de este tipo cada vez más logradas. Y, por otra, tenemos la llegada de las 0.0, que contienen aún mucho menos alcohol; de hecho, menos del 0,1%, mientras que las 'sin normales' solo están por debajo del 1%. Por cierto, tal vez no sepas que España es el país de Europa donde más se beben estos dos tipos de brebaje, según datos de la Asociación de Cerveceros. En nuestro país representan casi el 15% de las ventas, mientras que en el resto del mundo no suelen llegar al 5%.
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Con todo esto, los fabricantes han hecho un esfuerzo por presentar sus 0.0 como bebidas isotónicas, perfectas para recuperar después de un esfuerzo. Así, Erdinger Alkoholfrei regaló 30.000 botellas en la meta del maratón de Berlín 2017, mientras que en 2018 la también alemana Krombacher 0% llegó a un acuerdo con la Federación Ciclista Alemana y se convirtió además en patrocinador del equipo Bora-Hansgrohe (llevan hasta un guiño en los bidones).
Mientras tanto, la belga Maes 0.0 colabora con Quick-Step, ocupando todo el maillot de Mark Cavendish en las pruebas de pista en las que participó el año pasado. Algo más cerca nos cae el caso de Ámbar 0.0, que fue patrocinadora de La Vuelta en 2019, y aparecía en el podio.
Esto dice el marketing... ¿y la ciencia? Pues bien, sabemos que una buena bebida isotónica o rehidratante debe aportar carbohidratos en disolución de alto índice glucémico y electrolitos (sobre todo, sodio)... además de 'entrar' bien. Esto último lo cumplen las cervezas, al menos para la mayoría de nosotros. Sin embargo, hay más dudas en cuanto a las dos primeras características.
Es cierto que contiene carbohidratos que provienen de la malta, así como vitaminas (A, B, D y E). También posee importantes cantidades de maltodextrosa, que permite mantener altos los niveles de glucosa, y se pueden encontrar en ella minerales como calcio, cloro, fósforo, yodo, magnesio, potasio, selenio y sodio.
Sin embargo, la proporción de estos últimos está lejos de ser la ideal. El potasio es 7 veces más abundante que el sodio, cuando este es el que más necesitamos, pues ayuda a nuestro cuerpo a retener los líquidos (y para las bebidas isotónicas se recomienda una proporción de 4 a 1 a favor del sodio). Esto explica por qué la cerveza (incluso la 'sin') sea diurética, lo que no la convierte en candidata ideal a bebida de rehidratación.
El efecto positivo de los polifenoles
Este brebaje sí cuenta con un punto muy a su favor: el alto contenido en polifenoles, unos antioxidantes naturales. Aunque todavía hay pocos estudios sobre este tema, hay que destacar uno realizado en 2009 por Johannes Scherr y David Nieman, investigadores de la Universidad de Múnich (eso sí, con la colaboración de la cervecera Erdinger). En él, participaron 277 personas que estaban preparando el maratón de Múnich.
A una parte de ellos se les dieron 1,5 litros de cerveza 'sin' al día, durante 3 semanas antes de la prueba, y luego 2 semanas después de esta. A otro grupo se le suministró un placebo sin polifenoles. Lo que encontraron fue que los marcadores de inflamación, en los atletas que consumían cerveza, eran un 20% más bajos, y que sufrían menos riesgo de infecciones.
Así que se puede decir que las 0.0 tienen algunos efectos saludables, sí. Pero es un poco arriesgado asegurar que están entre las mejores para el post-salida. Sobre todo, por el hecho de ser diuréticas. Para el día a día seguramente lo mejor sea una una bebida isotónica (aquí puedes ver cómo hacer una casera fácil y rápida), o bien agua y ya está si sales durante menos de 90 minutos.
Aunque no todo es el análisis frío y mecánico. Si, puntualmente, quieres pararte en un bar con los compañeros de grupeta y concederte una cervecita fría, una 'sin' puede ser una opción perfecta para darse el capricho. Equilibrar salud y disfrute también es importante; si no para el cuerpo, al menos para la cabeza... y ambos están conectados.