Ciclocomputador VS reloj GPS ¿cuál elegir?
Como su nombre indica, los ciclocomputadores son aparatos diseñados específicamente para usar en bicicleta, con unidades pensadas para mostrarnos muchos datos con tan sólo un vistazo. Sin embargo, hay ciclistas que prefieren utilizar relojes GPS que ofrecen otras funcionalidades como la monitorización 24h de nuestra actividad. Te explicamos los pros y contras de cada uno de ellos.
Reloj GPS VS Ciclocomputador: fucionalidad contra polivalencia
Aunque lo lógico a la hora de elegir un monitor para bici sea optar por un modelo específicamente diseñado para la bici, lo que comúnmente llamamos ciclocomputadores, no son pocos los ciclistas que recurren a un rejoj GPS que, en la actualidad, ofrecen unas funcionalidades completas, incluso para la práctica del ciclismo, que poco tienen que envidiar a las de los modelos específicos de bici.
Las razones para elegir uno u otro dependerán más del uso que se busque, optando por el reloj por lo general aquellas personas que practican diversos deportes como el triatlon, senderismo o carrera a pie y que únicamente desean invertir en un dispositivo. Y es que el problema de los ciclocomputadores es que, por su diseño, sólo se pueden emplear sobre la bici fijados en su soporte específico al manillar.
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Evidentemente quién sólo monta en bici, obtendrá las mejores prestaciones de un ciclocomputador que, a menudo, cuentan con pantallas mucho más generosas en tamaño que las de cualquier reloj, lo que nos permite una visión clara de mapas y rutas si decidimos seguir tracks o contar con multitud de campos de datos en una misma pantalla.
Por otro lado también en el aspecto económico también sale ganando el ciclocomputador ya que incluso los modelos más o menos básicos cuentan con un conjunto tremendamente completo de funciones, a menudo, muchas más de las que va a utilizar el usuario medio. Por su parte, contar con un reloj GPS que incluya funciones avanzadas de ciclismo, por ejemplo, la capacidad de conectar con un potenciómetro, sólo está disponible en modelos de gama alta lo que implica un importante desembolso.
La visualización es otro punto a tener en cuenta ya que con el ciclocomputador sobre el manillar de la bici tenemos los datos necesarios constantemente a la vista mientras que el reloj, pese a que también podríamos montarlo sobre el manillar a costa de perder algunas funciones, en la muñeca requiere un gesto especifico para consultar la información lo que resulta poco práctico, por ejemplo, cuando tenemos que realizar entrenamiento específico.
Por otro lado, los relojes GPS tienen ciertas ventajas que los pueden hacer interesantes para algunos usuarios, comenzando por la ya mencionada capacidad multideporte. De hecho, es la opción elegida por la mayoría de los triatletas que cubren sus tres disciplinas con tan sólo un dispositivo.
La integración de la medición de pulsaciones con que cuentan prácticamente todos los modelos actuales es otra atractiva función que, gracias a la precisión lograda por los modernos sensores ópticos nos permite desterrar la incómoda, para muchos, cinta pectoral. Además, los relojes GPS actuales incluyen monitorización constante de la actividad, lo que permite cuantificar toda actividad que realizamos al cabo del día, así como los periodos de descanso. No solamente la sesión de entrenamiento en sí.
También son usuarios habituales de relojes GPS aquellos que compiten en ciclocross, al menos a cierto nivel, calificando como tal a aquellos que acuden a las carreras con asistencia y dos bicis. Para ellos, la única forma de registrar las carreras es utilizar uno de estos dispositivos de forma que no importe cuando cambian de bici.
En cualquier caso, ambos tipos de dispositivos han llegado a un nivel de integración capaz de ofrecer funciones inimaginables hace tan sólo unos años y precisamente, la ventaja de disponer de ambos tipos de dispositivos en el mercado hace posible que cada uno pueda optar por el que mejor se adapte a sus necesidades.