Por qué es tan fácil ir en el pelotón y cuesta tanto escaparse de él, la ciencia responde
¿Alguna vez te lo has preguntado? ¿Por qué el pelotón tiene esa fuerza irrefrenable, por qué las aventuras de unos pocos valientes suelen tener, salvo exhibiciones extraordinarias o pasividad del gran grupo, las horas contadas? La realidad es que rodar en el pelotón requiere un esfuerzo mucho menor que hacerlo en solitario. Es muy fácil rodar en él, pero muy difícil dejarlo atrás. En este artículo te explicamos esto, que seguro ya sabías, con una base científica.
Las propiedades aerodinámicas del pelotón
Para explicar esta historia tenemos que empezar hablando de Bert Blocken, profesor de la Universidad Técnica de Eindhoven. Blocken es un científico especializado en la relación entre los ciclistas y su resistencia al aire, con una gran reputación en el ámbito deportivo por sus exposiciones sobre, por ejemplo, las posturas más idoneas para afrontar descensos en bicicleta.
Partiendo desde esa base, Blocken afrontó una nueva tarea: el "Peloton Project". Su objetivo era descifrar la aerodinámica que rige en él, para aprender, entre otras cosas, el lugar ideal en el que ubicar al líder del equipo para que su desgaste sea el mínimo posible.
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Los primeros resultados de sus investigaciones no se hicieron esperar: rodar en tercera o cuarta posición de una fila de ciclistas reduce entre un 50% y un 54% el esfuerzo realizado. Pero hablamos de un pelotón, una masa mucho más numerosa de deportistas que se mueve al unísono. Aquí los datos son mucho más llamativos: las posiciones centrales, desde la mitad del pelotón hasta el final de éste, solo exigen al ciclista entre un 10% y un 5% del esfuerzo. Es decir, un ciclista en esas posiciones debe, para rodar a 54 km/hora hacer el esfuerzo que le requeriría rodar a 15 km/hora en solitario.
Pero no solo eso: el ciclista que va en cabeza también ve reducido su esfuerzo con respecto a rodar en solitario, es decir, el efecto aerodinámico es global, aunque en este caso la exigencia sea de un 86%. La superioridad del pelotón, por lo tanto, es inmensa a la hora de tirar abajo una escapada.
La conclusión final, sin embargo, no difiere de lo que ya conocíamos: el mejor lugar para los líderes es una posición central, protegida, pero relativamente avanzada para evitar cortes y otros imprevistos.
El trabajo de Blocken, sin embargo, ha puesto cifras en negro sobre blanco a toda una tradición oral del ciclismo que muchos no eramos capaces de cuantificar.