Claves para ser ciclista por mucho tiempo
Al contrario que en otros deportes, el ciclismo es un deporte que se puede practicar hasta una edad muy avanzada. Ser una actividad poco lesiva y la posibilidad de afrontar nuevos retos casi cada día convierten al ciclismo en uno de los deportes más gratificantes que se pueden practicar. Te dejamos unos consejos para mantener alta la motivación y seguir disfrutando cada día de la bici.
Cómo ser ciclista para siempre
En el mundo del deporte hay algunos que traspasan la barrera de la mera actividad física y se convierten en toda una forma de vida para quienes se adentran plenamente en ellos. Por supuesto, el ciclismo forma parte de este tipo de deportes condicionando a quienes lo practican en muchas ocasiones sus amistades, sus vacaciones o su forma de desplazamiento.
Sin embargo no siempre es fácil mantener la motivación para seguir montando en bici, ya sea por la exigencia física a la hora de afrontar determinados retos o por estancarnos en la actividad. Por suerte, son cosas perfectamente solventables y que nos permitirá continuar sobre la bici mientras el cuerpo aguante.
Forma física
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¿Gafas por dentro o por fuera?
Aunque montar en bici sea una actividad muy adaptable a un gran número de personas de muy diversa condición una cosa es cierta: cuanto mejor forma física tenemos más se disfruta pedaleando. Precisamente porque cuando tenemos un buen nivel el ritmo lo decidimos nosotros y no lo marca el camino o la carretera por donde rodemos.
Evidentemente, estar en buena forma conlleva una cierta disciplina a la hora de montar en bici. Pedalear únicamente los fines de semana puede ser suficiente para disfrutar de recorridos cortos y tranquilos pero no es suficiente para plantearse retos, participar en eventos o adentrarnos en trazados duros.
Deberíamos reservarnos un pequeño hueco, al menos un par de días durante la semana para dedicarle a la bici. No tiene por qué ser demasiado tiempo, lo realmente importante es mantener una constancia. Hoy en día los rodillos interactivos ofrecen una excelente opción para poder seguir montando en bici cuando las obligaciones laborales o la meteorología lo impiden.
Si no, también podemos buscar deportes alternativos que nos permitan tener una forma física aceptable. Correr, ir al gimnasio o cualquier otra modalidad que nos mantenga activos puede ser un buen complemento a la bici, incluso convertir nuestra bici en nuestro medio de transporte para ir al cine, a la compra o a trabajar.
Motivación
¿Por qué montamos en bici? Muchas veces nos preguntamos eso tras un día de esos que llegamos a casa completamente destrozados, hemos pasado frío, nos hemos mojado o nos ha pasado de todo en forma de averías, caídas… Sin embargo, pese a ser una pregunta que no tiene una respuesta acorde a la lógica, menos aún cuando tratas de explicárselo a alguien de fuera del mundo de la bicicleta, todos solemos estar de acuerdo en que nos aporta más de lo que nos exige.
Mantenerse vital, descubrir nuevos lugares, llegar hasta donde no creíamos poder hacerlo, compartir ratos con los amigos, moverse de forma sostenible… cada uno encuentra en la bici sus propios atractivos que son los que nos hacen seguir pedaleando contra viento y marea.
Como en todos los aspectos de la vida, a veces esa magia se rompe y nos desencantamos con el ciclismo. Evidentemente, hay momentos en la vida para todo y las circunstancias nos pueden apartar de las dos ruedas en algunos momentos. Pero algo tiene la bici que, quién es ciclista, acaba volviendo tarde o temprano a la misma. No está de más recordar esas cosas que nos motivaban y nos hacían sentir vivos sobre la bici para que regresen esas ganas por dar pedales y volver a experimentar todo lo que la bicicleta nos puede aportar.
Diversificar
Caer en la rutina puede ser algo muy desmotivador, también en el mundo del ciclismo. Cuando siempre hacemos las mismas rutas, con los mismos compañeros, los mismos días a las mismas horas montar en bici puede llegar a convertirse en algo mecánico que deje de aportarnos esas sensaciones que lo convertían en una actividad satisfactoria.
Una buen truco para no caer en este hastío es tratar de hacer cosas nuevas y diferentes. Quien sólo se dedica a competir puede encontrar una liberación de las estrictas sesiones de entrenamiento con un viaje cicloturista, aquellos que solo montan en carretera pueden probar la mountain bike o el gravel para descubrir nuevos retos o simplemente explorar nuestro entorno nos puede llevar al descubrir caminos y carreteras por los que nunca habíamos pedaleado antes. Se trata de perder el miedo a probar nuevas formas de montar en bici.
Descansar
Plantearse el montar en bici como una especie de obligación a veces puede llegar a saturar. También si somos de aquellos que únicamente piensan en bici, que cuando se bajan de ella continúan enganchados a la tele viendo ciclismo, leyendo sobre ciclismo, hablando sobre ciclismo…
Es bueno saber desconectar del mundo de la bici, por mucho que nos apasione, para evitar la saturación. Tener otras aficiones, unas vacaciones sin bici o un círculo de amistades que vaya fuera de las dos ruedas son indispensables para evitar saturarnos.
Cuídate
Además de la forma física, mantener un estilo de vida saludable es esencial para seguir pedaleando con garantías cuando se van cumpliendo años. Conocemos personas de más de 70 años que se mantienen plenamente en forma y a los que es incluso difícil soltar de rueda mientras que otros, con poco más de 40 se encuentran pasados de peso y sufren a cada pedalada.
Mantener una buena alimentación y un peso idóneo, algo recomendable en general se torna en esencial para seguir sintiéndonos ciclistas durante mucho tiempo. Algo que, según vamos cumpliendo años, cada vez cuesta mayor esfuerzo salvo que gocemos de una genética privilegiada al ir ralentizándose el metabolismo con el paso del tiempo.
También tenemos que tener en cuenta que según cumplimos años el cuerpo no recupera igual y requiere más cuidados. Debemos adaptar los entrenamientos a nuestras capacidades permaneciendo atentos a las señales que nos mande el organismo.
Aparte, es importante tener en cuenta que la flexibilidad y el tono muscular van disminuyendo con lo que será importante hacer un trabajo complementario con actividades como trabajo de core, elasticidad o movilidad para seguir pudiendo pasar horas sobre la bici sin resentirnos, en incluso ir adaptando la posición sobre la bici a nuestras capacidades físicas.
Disfruta
Parece algo de perogrullo, pero si cada vez que nos subimos a la bici lo consideramos como un momento especial, nuestro rato de pasarlo bien, de escaparnos de las imposiciones del día a día pedalear se convierte en un momento deseado y no en un suplicio al que voluntariamente nos sometemos.
Incluso cuando vamos sufriendo sobre la bici podemos encontrar lecturas positivas al ser conscientes del reto que estamos afrontando o como no nos dejamos vencer por las dificultades que se nos plantean.
Sin embargo, disfrutar puede ser algo tan simple como intentar ser cada vez más fino en ese sendero que hacemos todos los días, pararse en la cima de un puerto a observar un paisaje de llorar o simplemente la cerveza mientras contamos batallitas con los compañeros una vez finalizada la ruta. Se trata de que el ciclismo sea esa actividad que nos llena y nos hace sentir vivos.