¿Cómo colocar correctamente las manetas de freno?

La posición de las manetas de freno es algo muy personal, cuando cambiamos de bici es de las primeras cosas que nos hace notar que no es nuestra bici habitual. Tan importante es que los frenos de tu bici sean efectivos como que las manetas estén en la posición correcta si queremos evitar sustos o molestias innecesarias.

¿Por qué es importante la posición de las manetas de freno?

Hay algunos ajuste como la altura del sillín, o la distancia que tenemos hasta el manillar que son importantes de calibrar bien. De lo contrario pronto empezaremos a notar dolores o molestias en espalda, lumbares, cuello, etc...

Pues con las manetas de freno pasa igual. En bajadas pronunciadas o técnicas, solemos ir constantemente con los dedos puestos sobre las manetas y la tensión que acumulamos en esa zona es grande. Si además no están colocadas de manera correcta, la tensión puede acabar produciéndonos dolores en otras zonas como codos o incluso cuello.

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¿Cómo sé cuál es su posición adecuada?

Obviamente cada ciclista necesitará una posición distinta de las manetas de freno en función de su fisionomía, y hay dos medidas que son fundamentales para colocar colocarlas correctamente.

La primera de ellas es la distancia de la maneta con respecto al extremo del manillar. Para afinar esta medida lo ideal es colocar nuestras manos sobre los puños -en la posición que normalmente las pongamos- y estirar los dedos índice y corazón -en caso de que frenemos con un sólo dedo pues sólo el índice-. Con el/los dedos estirados tenemos que ajustar la posición de la maneta en el manillas para que el extremo de la maneta coincida con nuestros dedos. Es decir que no tengamos que mover los dedos hacia un lado u otro, con tan solo extenderlos deberíamos ser capaces de llegar al extremo. Se elige el extremo de la maneta pues es ahí donde ejercemos más fuerza sobre el freno con menor esfuerzo.

El segundo punto a tener en cuenta es la inclinación. Una vez hayamos hecho los ajustes laterales de las manetas debemos subirnos sobre la bici y colocarnos en en posición normal de rodaje. Con las manos sobre el manillar y los dedos extendidos tocando los frenos, nuestro eje antebrazo-muñeca-dedos debe quedar recto. Si no fuera así, tendremos que inclinar la maneta hacia arriba o hacia abajo hasta conseguir nuestra posición ideal.