Cómo distinguir entre la fatiga y el cansancio
El cansancio y la fatiga son dos males que de vez en cuando afectan a todo ciclista. Ambos conceptos son parecidos, pero en realidad las podemos difenciar como dos sensaciones distintas con caraterísticas propias. Saber indentificar los síntomas de cada una es clave para elegir la mejor estrategia para combatirlas y para evitar su aparición.
Cansancio o fatiga, cómo alejar estas dos formas de sufrir sobre la bici
El ciclismo se suele practicar por ocio, por hacer deporte o por pura diversión. La fatiga y el cansancio son dos problemas habituales que casi cualquier tipo de ciclista ha sufrido alguna vez. Así que más allá de cuál sea nuestra principal motivación para salir a dar pedales, nuestra experiencia ciclista mejorará si somos capaces de completar una jornada sobre el sillín sin que nos visiten estas desagradables sensaciones.
Cansancio y fatiga son dos conceptos que se usan de manera indistinta. De hecho, la RAE define el cansancio como el resultado de estar fatigado y la fatiga directamente como el cansancio. Sin embargo, en este artículo nos permitimos la licencia de diferenciarlas.
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¿Gafas por dentro o por fuera?
En primer lugar, asumimos la fatiga como la disminución involuntaria del rendimiento por un ejercicio por encima de la capacidad que tiene el cuerpo en ese momento. Por otro lado, el cansancio es la manera en que reacciona el cuerpo cuando el estilo de vida le conduce a ello, ya sea por el nivel general de forma física, por descansar poco, alimentarse mal, estar deshidratado o estresado, entre otras causas.
La fatiga puede acarrear náuseas, dolor articular o dificultad de respiración, aunque estos síntomas pueden esconder en realidad un problema de mayor gravedad, por lo que siempre es mejor acudir al médico.
Ambas sensaciones pueden confundirse con facilidad por la similitud de los síntomas, aunque la diferencia es que se deben a diferentes causas.
Además, también existe el conocido como cansancio mental. Tener la cabeza sobreocupada puede hacer mella en nuestras salidas y empeorar la experiencia sobre la bici.
Las sensaciones que nos provocan estos dos enemigos ciclistas son diferentes también a la fatiga o el cansancio provocadas por diferentes enfermedades. En esos casos la fatiga es crónica y puede debilitar a quien la padece hasta en las tareas más cotidianas.
En el caso que nos ocupa, la falta de energía, ya sea por cansancio o por fatiga, empeora el rendimiento. Mientras que la fatiga suele ser de menor duración y requerir unos minutos para recuperarnos, el cansancio puede prolongarse durante todo el día o incluso más de uno.
Es importante descubrir qué origina nuestro cansancio para poder solucionarlo. Dormir menos de lo recomendado puede ser el culpable de esa sensación. También podemos encontrar la causa en un ejercicio más intenso o prolongado de lo debido.
Las mejores armas para combatir el cansancio son unos buenos hábitos; descansar lo necesario, comer bien, estar hidratado, controlar el estrés -en especial si se prolonga en el tiempo- y lograr una buena forma física. También puede venir bien aumentar el tiempo de recuperación tras el ejercicio, en especial si la causa es que nos hemos excedido con el entrenamiento.
En cuanto a la fatiga, puede ayudar una correcta nutrición previa, durante y post entreno; algo que también puede ir bien para luchar contra el cansancio.
Los ciclistas a veces deben lidiar con estas dos sensaciones. Sin embargo, lo ideal es acudir al médico para que nos estudie y nos indique cuál es la mejor manera de practicar ciclismo en función de nuestro caso particular.