Cómo sangrar unos frenos SRAM
Es una operación clave para resolver uno de los problemas más comunes en el que seguramente sea el sistema más importante de nuestra bicicleta. Por eso, hoy te traemos un vídeo en el que te explicamos paso a paso cómo sangrar unos frenos SRAM. Algo que sirve para extraer el aire que pueda haberse introducido del circuito hidráulico, y que impide que funcionen como es debido. Y porque, además, la empresa estadounidense es una de las más vendidas del segmento, de manera que muchos ciclistas los montan en sus mountain bikes.
Cómo sangrar unos frenos SRAM
Después de nuestro reciente vídeo sobre cómo cambiar las pastillas de freno en 2 minutos, pasamos al proceso de purgado. Verás que solo tenemos cuatro pasos principales a la hora de sangrar los frenos de disco hidráulicos de esta marca, aunque cada uno de ellos implica varias pequeñas operaciones. De todas maneras, no se trata de nada técnico ni mucho menos, y lo único que nos hará falta serán unas jeringuillas y un líquido específicos, además del bloque que corresponda a nuestros frenos.
1. Preparación
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Comienza desmontando la rueda delantera y luego saca las pastillas. Para ello, deberás quitar el seguro, extraer el pasador con una llave allen de 2,5 mm y abrir los pistones. Por fin, introduce el bloque de purga específico de SRAM para el modelo que tengas.
2. Conexión de las jeringuillas
Una vez lo hayas preparado todo, necesitarás tener dos jeringuillas ya precargadas con líquido DOT 5.1, el empleado por los frenos SRAM. Una de ellas deberá estar llena al 70%, y la otra, al 20%. La que va en la pinza tiene un conector especial (que verás en el vídeo); introdúcela y abre el paso girando la pieza, de manera que el circuito hidráulico quede abierto. Posteriormente, quita el tapón de la maneta con una llave Torx del 10 y conecta la jeringuilla superior.
3. Sangrado
Comenzamos el sangrado de los frenos propiamente dicho. Para realizarlo, presiona de manera alterna una y otra jeringuilla, que es como eliminarás las posibles burbujas de aire que haya en el circuito. Cuando veas que ya no queda aire, cierra el paso de aceite en la jeringuilla superior, y también la palometa del conector de la pinza.
4. Limpieza y montaje
Entonces, saca la jeringuilla inferior, ejerce una pequeña presión en la de arriba y retírala también. Pon de nuevo en su sitio el tapón y, con un desengrasante o un limpiador específico de frenos, quita los restos que hayan podido quedar. Por último, monta de nuevo las pastillas y acciona un par de veces la maneta para comprobar que el tacto es el correcto.
Y ya está, con esto habrás sangrado tus frenos hidráulicos SRAM con éxito. Una operación que de vez en cuando resulta muy necesaria si queremos seguir utilizando nuestra bici, y que apenas te llevará 10 minutos.