Los conductores tienen peor actitud hacia ciclistas con colores llamativos, así lo confirma este estudio
A menudo se insiste en la necesidad de utilizar el casco y ropas llamativas como elementos para favorecer la seguridad del ciclista. Sin embargo, un reciente estudio realizado por la Universidad de Queensland en Australia ha llegado a la conclusión que este tipo de indumentaria parece tener un efecto contrario en los conductores, contribuyendo a la deshumanización de quién circula pedaleando.
Un estudio australiano rompe algunos tópicos de la seguridad ciclistas
Las prendas ciclistas llamativas se han convertido en cada vez más habituales en las colecciones de ropa ciclista bajo el argumento de que hacen más visible a ciclista frente a los diseños más tradicionales en los que imperaba la sobriedad y colores oscuros. Tampoco a nadie extraña, entre los ciclistas urbanos especialmente, ver a aquellos que llevan chalecos reflectantes y todo tipo de prendas pensadas para mejorar la seguridad.
Sin embargo el estudio presentado por la Universidad de Queensland en Australi parece desmentir la efectividad de estas soluciones en base a la percepción que los conductores tienen del ciclista.
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A menudo, en las campañas de concienciación se insiste en el mensaje de que sobre la bici circula una persona. Precisamente lo que ha tratado de analizar este estudio es la deshumanización que se produce, a la vista de los conductores, cuando una persona se sube a la bici.
En el estudio, llevado a cabo mediante una encuesta en la que, a los 563 participantes, seleccionados para contar con una muestra representativa de la población australiana, se presentaba a los participantes una serie de parejas de fotos aleatorias mostrando distintas tipologías de ciclistas: deportivo vestido con licra, con chaleco reflectante, hombre, mujer, vestido de calle, etc. preguntándoles sobre a cuál de las fotos veían como “más persona”. Aparte, para poner en contexto las respuestas con los prejuicios previos que pudiera tener el participante se les hacía preguntas acerca de su comportamiento hacia los ciclistas como si habían gritado u obstaculizado a un ciclista alguna vez.
Con todos estos datos en la batidora la conclusión es que aquellos ciclistas que llevaban casco o ropas deportivas eran percibidos de formas más deshumanizada que quién pedaleaba vestido de calle. La razón de esto hay que buscarla en que en un ciclista deportivo, con casco, gafas, ropa ceñida… las facciones o el pelo quedan ocultos. De hecho, a quién no le ha pasado de no reconocer por la calle a alguien a quien siempre ha visto vestido de ciclista.
Independientemente de la indumentaria o el uso del casco, un dato preocupante es que el 30% de los encuestados percibieron a los ciclistas de una forma dehumanizada lo que, sin duda, supone una razón para seguir insistiendo en los mensajes de concienciación de que sobre una bici va una persona.