Consejos para el mantenimiento del casco. La fecha de caducidad
Damos por sentado que todos utilizáis casco cada vez que montáis en bici, por corto que sea el trayecto ó fácil que sea la ruta. Dicho esto, el casco se ha convertido, por suerte, en un accesorio que los ciclistas valoran mucho y es objeto del famoso postureo ciclista -aquí tenéis una guía para elegir la talla ideal-. Pero sin embargo se tiene la creencia de que el casco se compra y dura para toda la vida sin ningún tipo de mantenimiento, en esta entrada vamos a ver que esto no es así y os daremos algunos consejos para darle una mejor vida al vuestro.
El casco tiene fecha de caducidad
Sorprende que aún haya gente que esto les sea nuevo, pero sí, todos los cascos tienen fecha de caducidad. A partir de esa fecha sus cualidades protectoras descienden y tu cabeza ya no estará tan segura dentro de él.
¿Cómo sabemos cuando hay que renovar el casco?
Por norma general debe renovarse cada 3 años, depende del uso y de otros factores que ahora veremos pero en condiciones normales y con el casco en buenas condiciones a los tres años habría que ir pensando en cambiarlo. Si no te acuerdas exactamente cuando lo compraste, en el interior del caso -debajo de alguna espuma- suelen poner la fecha de fabricación, esta es la fecha a partir de la que tienes que calcular 3 años.
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Obviamente habrá que cambiarlo antes si hemos sufrido alguna caída y este ha recibido el impacto, aunque por fuera parezca que está en buen estado su interior puede haber sufrido daños y no aguantar una segunda caída. También debemos cambiarlo si observamos que comienza a deteriorarse de manera prematura y sus materiales ya no están bien ensamblados -a veces ocurre-. Y por último podemos hacer una sencilla comprobación sobre el poliestireno interior, si al tocarlo con un dedo lo notamos duro y seco el casco no será capaz de absorber ningún impacto, toca cambiarlo.
Consejos para el mantenimiento del casco
Para intentar que nuestro casco nos dure toda su vida útil en las mejores condiciones debemos de prestarle algunas atenciones. No basta sólo con acordarnos donde lo habíamos puesto justo antes de salir en bici.
1.Evita golpes innecesarios, guárdalo en un sitio seguro
Cuantos menos golpes reciba mejor absorberá un impacto en caso de caída, así que evita las caídas tontas que se producen por dejarlo colgado del manillar de la bici o guardarlo en cualquier sitio. Procura tratarlo con cuidado y almacenarlo en un sitio seguro donde no le dé el sol o haga frío excesivo.
2. Limpieza
A menudo después de una salida el casco acaba lleno de sudor, polvo o barro. Todos estos elementos pueden deteriorar los materiales del casco si no lo limpias. Para hacerlo no utilices detergentes ni productos de limpieza agresivos, bastará con un poco de agua tibia, jabón y un trapo -las almohadillas interiores desmontables se pueden meter en la lavadora sin problema, pero no en la secadora-. A la hora de secar el casco es imprescindible que se haga al aire de manera natural, cualquier fuente de calor podría desfigurarlo.
3.Cuidado con las hebillas y ajustes
Los elementos de ajuste del casco, como hebillas o cierres son elementos sensibles que no debemos forzar. Si estos elementos se fatigan por tirones pueden llegar a romper en caso de caída y dejarnos con la cabeza al descubierto. Así que a la hora de quitar el casco estos elementos deben soltarse de manera correcta y sin forzarlos.