Consejos para cruzar un río sobre tu MTB

En la retina de muchos ciclistas está ese momento en el que él o algún miembro de la grupeta ha tenido una mala experiencia al cruzar un río sobre la mountain bike. De base, parece algo sencillo, pero las cosas más sencillas, a veces, pueden volverse muy complicadas.

Cruzar un río en MTB: la importancia del río

Por eso, hoy nos hemos propuesto darte algunos consejos para que, a la hora de cruzar un río en tu MTB no tengas ningún problema y puedas seguir con tu marcha sin mojarte hasta el cuello o sin sufrir ninguna caída o algo peor.

En primer lugar, es fundamental aclarar una idea: para cruzar un río en mountain bike es imprescindible comprender lo relativo de esa afirmación. Depende de la mountain bike y depende del río. Sobre todo esto segundo: es importante que ante todo seas cauto y tengas precaución, porque debajo de esa superficie aparentemente inofensiva de agua, puede haber varios enemigos.

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Los elementos a evaluar en estos casos son varios. En primer lugar, la previsible profundidad del río. Esto se puede deducir de varios modos, el primero es lanzando algún tipo de piedra u objeto. Pero esto no es infalible. Tampoco ver la zona de inundación, ya que si el río está crecido y así lo representa su orilla, es más peligroso. Pero ante la duda, la mejor forma es sin duda tirar de prevención, descalzarse y cruzarlo a pie.

Si decides cruzarlo subido en tu mountain bike, ten en cuenta este resto de consejos, porque saber cruzar un río también te mejora como biker.

Consejos para cruzar un río sobre tu mountain bike

Si ya has tomado la decisión de que vas a cruzar ese río en tu mountain bike, ten en cuenta algunas cosas. La primera, es el pavimento. Normalmente, en zonas de ribera existe un terreno arenoso muy suelto en el que es muy probable encallar. Hincar la rueda y volcar es sinónimo de riesgo, por el agua y por las piedras bajo el agua. Así que evalúa esto.

En segundo lugar, hay un consejo fundamental en cualquier contexto: pon un desarrollo muy ligero. Si no el más ligero, por si no avanzas, sí uno que te permita una cadencia muy alegre. Porque en el momento en que entres en el río, la resistencia del agua te frenará. Será como ir de repente cuesta arriba, y si paras de dar pedales, te vas al suelo, así que tenlo en cuenta.

Hay otro detalle importante: si puedes cruzar allá por donde el agua corre más, hazlo. Da igual que el terreno sea más pedregoso, pero estarás viendo lo que pisas. Muchos ciclistas cruzan por el mayor remanso y esto puede ser un craso error, ya que es donde más se estanca el agua y donde más profundidad habrá.

Una vez dentro, es importante que tengas mucho tacto con la dirección. Si puedes seguir línea recta, hazlo, aunque pases por piedras que no ves. Tenlo en cuenta, sujeta bien los puños pero relaja los codos para absorber todo esto. Si por cualquier razón viras, no dejes de pedalear, no importa dar un poco de rodeo, pero no gires de más o el agua puede tumbarte por muy leve que sea la corriente.

Por último, si tienes que echar pie a tierra, hazlo. No eres peor ciclista por ello. Es mejor mojarse los pies que el cuerpo entero, sobre todo en invierno. Y al salir del río que acabas de cruzar, siempre es bueno revisar si arena o piedras han entrado en alguno de los sistemas de tu mountain bike, sobre todo pedalier y desarrollo. Si es así, usa la misma agua del río o de tu bidón para eliminar estos restos y evitar dañar tu bici. Si además llevas lubricante, lubrícala un poco también, y si no es así, hazlo al llegar a casa. Y un último consejo: precaución a la hora de cruzar un río importante porque incluso está regulado y penado, es decir, que dependiendo de las circunstancias incluso te podrían multar. Los peligros, se pagan.