Cinco consejos para controlar el peso
Queda solo una semana para el día de Navidad y la preocupación de muchos es coger el mínimo peso posible en esos días en los que se se suceden comidas y cenas copiosas, compromisos de trabajo, familia y amigos que nos sacan constantemente de nuestro plan nutricional establecido para mantener controlar el peso ideal.
A continuación listamos unos cuantos consejos generales para controlar nuestro peso. Muchos necesitarán una dieta hipocalórica hecha por un profesional, pero a otros les bastará con seguir esas simples directrices para conseguir el objetivo.
Cinco consejos para controlar el peso
Haz más comidas, pero menos copiosas
Conseguirás dos objetivos en uno: en primer lugar saciar el hambre, reducir las horas de ayuno entre comidas. Si desde el medio día hasta la noche no comes bocado corres el riesgo de llegar a la cena con un hambre voraz. En segundo, nuestro cuerpo emplea energía y, por tanto, consume calorías en el proceso de digestión: así lo tendremos más tiempo activo. Toma algo a media mañana y a media tarde para completar las cinco comidas al día recomendadas.
Si no entrenas, come menos
RECOMENDADO
El control del peso no deja de ser una lucha por equilibrar al punto deseado el consumo de energía. Un día sin entreno es necesario comer menos que otro en el que hemos quemado cientos de calorías en una dura salida. Centrarse en las proteínas y los vegetales, huyendo de los hidratos de carbono, es la meor opción para esos días.
Ponte metas
Es importante tener una meta por superar que nos mantenga motivados y nos haga vernos capaces de lograr lo que intentamos, controlar el peso. Hay que ser realistas, para no llevarse chascos, y ser conscientes de que la pérdida de peso es una lucha a largo plazo: de hecho, solo es de verdad sana y efectiva cuando se plantea en esas circunstancias.
Pésate con regularidad
Una vez a la semana será suficiente, aunque incluso hay nutricionistas que apuestan por el pesaje diario. Presta atención a hacerlo siempre en las mismas circunstancias: el mismo día, en ayunas, después de hacer nuestras necesidades y con solo unos calzoncillos puestos, por ejemplo.
No compres con hambre
Karlos Arguiñano siempre incidía en esa gran verdad: cuando vayas a hacer la compra, no lo hagas con hambre. Probablemente acabes comprando cosas innecesarias y contrarias al objetivo de controlar el peso.