Consejos para que tu gravel sea más confortable
Adaptar nuestra bicicleta gravel para lograr una mayor comodidad no es difícil, haciéndole algunos cambios en su montaje podremos afrontar recorridos más complicados o más largos sin que la fatiga acumulada por las continuas vibraciones e impactos sea la que marque el límite.
Cambios que puedes hacer en tu gravel (y funcionan) para que sea más cómoda
Todos estamos de acuerdo que la esencia del gravel son bicis derivadas de las de ciclocross o carretera convenientemente adaptadas y reforzadas para poder circular por caminos sin apenas limitaciones.
Sin embargo, esta misma sencillez de concepto es la que hace que carezcan de una gran capacidad para filtrar las irregularidades del terreno, quedando esta función en manos de las cubiertas, la flexión vertical que pueda aportar la estructura y, en último término del cuerpo del ciclista quien acaba absorbiendo el grueso de los impactos.
RECOMENDADO
Un aspecto que si bien no suele resultar problemático cuando hacemos una pequeña ruta de un par de horas cerca de casa, se puede volver crítico cuando se trata de afrontar un gran reto como el que planean los eventos más afamados el panorama gravel y que, en muchas ocasiones, implican realizar más de 300 kilómetros y superar generosos desniveles.
Es en ese tipo de rutas cuando lograr la máxima comodidad en nuestra bici gravel se vuelve esencial. Sin embargo, no tenéis por qué preocuparos ya que existen soluciones para que vuestra bici gravel sea lo más cómoda posible.
Balón de los neumáticos
La primera línea de absorción de los impactos son las cubiertas de la bici en las que el aire contenido dentro de ellas es el encargado de actuar de muelle para disipar la energía proveniente de las irregularidades.
Cuanto mayor sea el volumen de aire con el que contemos, mayor será esta capacidad de absorción con el añadido de que cubiertas de más sección también nos proporcionan más goma en contacto con el suelo que aumenta el agarre y la tracción.
Sin embargo, aumentar el balón de los neumáticos no sale gratis y al hacerlo aumentamos también el peso de las cubiertas en un componente en movimiento que genera inercias. También se incrementa el diámetro efectivo de la rueda lo que tiene influencia en la geometría de la bici, volviéndola más lenta salvo que las medidas estén específicamente diseñadas para esos balones más generosos.
En general la tendencia actual se encuentra en usar cubiertas de entre 38 y 42 mm si hablamos de ruedas de 700, aunque podemos encontrar bicis diseñadas para admitir hasta 50 mm.
Otra forma de aumentar el balón de las cubiertas es optar por ruedas de 650b lo que nos permite utilizar modelos de gomas más propios de la Mountain Bike que añaden buenas dosis de amortiguación y agarre sin que la geometría de la bici se vea afectada.
Presión adecuada
A menudo, la importancia de este parámetro tan crítico suele ser obviada por los practicantes del gravel, que inflan sus ruedas en exceso en la creencia de que eso les proporcionará un mejor rodar.
Si bien el punto de partida a la hora de decidir la presión de nuestros neumáticos ha de ser las recomendaciones del fabricante, a partir de ahí son las sensaciones y el método de ensayo y error el que nos ha de dictar la mejor presión para nuestras ruedas.
A grandes rasgos, cuando menor sea la presión que llevemos, más se incrementará la capacidad de amortiguación, aunque como todo, tiene un límite. Por un lado el que marque la rigidez de la carcasa del neumático ya que el aire ha de ser suficiente para que la cubierta mantenga su forma y nos sostenga correctamente en curvas y frenadas. Por otro lado, si bajamos en exceso la presión corremos el riesgo de que un impacto supere la capacidad de absorción y la llanta llegue a golpear el suelo.
Esto nos lleva al sistema tubeless que permite bajar la presión sin que lo anteriormente mencionado suponga rajar la cámara de aire. Aparte, también podemos optar por colocar una mouse en el interior de la cubierta que actuará de tope blando cuando esta situación se produzca.
Cinta de manillar
Las opciones de cintas de manillar en el mercado son prácticamente interminables. Entre ellas podemos encontrar modelos de mayor grosor que aportar un mejor filtrado de las vibraciones. A un extremo también podemos optar por la solución que aplicaban tradicionalmente los ciclistas de carretera que competían en la mítica Paris-Roubaix que no es otra que colocar dos cintas, aunque a algunos ciclistas de manos pequeñas les puede resultar incómodo por el volumen que cobra el agarre.
También podemos encontrar en las tiendas pequeñas inserciones de gel que se colocan bajo la cinta de manillar bajo los puntos de agarre para aportar un punto extra de comodidad.
Cuidando el aspecto de la sujeción, no nos debemos olvidar de los guantes, que además de protegernos en caso de caída también juegan su papel a la hora de absorber las vibraciones. Para mejorar en ese aspecto, trataremos de elegir modelos especialmente diseñados para ello que suelen contar en su palma con zonas especialmente acolchadas que favorecen el confort.
Tija de sillín
Todos los impactos que llegan de la rueda trasera se transmiten directamente al cuerpo del ciclista a través del tubo del sillín. Para minimizarlo es aquí precisamente donde las marcas suelen poner el grueso de su ingeniería a la hora de diseñar los cuadros para permitir una generosa flexión de la zona.
Podemos mejorar la sección de nuestra bici recurriendo a modelos específicos de tijas, diseñados para garantizar una buena capacidad de flexión en el plano longitudinal o, directamente optar por alguno de los modelos que equipan un pequeño sistema de suspensión mediante elastómeros.
Horquilla con suspensión
Aunque ya entramos en la controversia acerca de si el uso de una horquilla de suspensión no será algo que se adentre en el mundo de la Mountain Bike, lo cierto es que tanto Rock Shox como Fox disponen ya de horquillas ideadas para bicicletas gravel. En caso de necesitar, por el tipo de recorridos que afrontemos, una mayor absorción en el tren delantero no han de dejar de ser una opción a valorar.
En cualquier caso, siempre podemos optar por una opción intermedia como puede ser una potencia con suspensión que nos aportará una dosis extra de comodidad sin el engorro de tener que sustituir la horquilla de nuestra bici.