Consejos para recuperar la musculatura
La preparación física o el entrenamiento de cualquier deporte cuenta con dos fases vitales, el esfuerzo y la recuperación o descanso. En la primera sometemos a nuestro organismo y nuestra musculatura a un cierto estrés que hará que vayamos mejorando, pero el esfuerzo sin la recuperación no tiene nada que hacer.
Consejos para recuperar nuestra musculatura después del esfuerzo
Hay ciertos tempos que no podemos saltarnos si queremos que nuestro cuerpo se recupere y asimile bien el entrenamiento. Pero hay ciertas rutinas y consejos que podemos adaptar de manera sencilla, y nos ayudaran que nuestra recuperación muscular sea más eficiente.
1.Cuida la alimentación después del entrenamiento
A través de la alimentación le daremos a nuestros músculos todos los nutrientes que necesitan para recuperarse y desarrollarse. Para este cometido, es muy importante tomar proteínas justo al acabar el ejercicio -si queremos recuperar más rápido es recomendable comer justo al acabar el esfuerzo, antes incluso de la ducha-. Las proteínas las podemos tomar en preparados alimenticios, o las podemos encontrar de manera natural en alimentos como el pavo, pollo, atún o el huevo. Además de proteínas, también necesitamos recargar nuestros depósitos de hidratos de carbono, ya que después del esfuerzo, estos estarán vacíos. Estos son importantes porque si nuestro organismo no cuenta con los suficientes hidratos de carbono para convertirlos en energía, intentará hacer uso de la grasa acumulada, pero si la grasa es poca, se puede dar lo que se conoce como catabolismo o destrucción muscular.
2. Realiza estiramientos, pero no te dejes llevar por lo que te cuenten
RECOMENDADO
Siempre hemos oído de la importancia de los estiramientos para evitar y prevenir lesiones. Y es totalmente cierto que gracias a los estiramientos podemos hacer una mejor recuperación de la musculatura. Pero lo que no es cierto es que debemos estirar justo antes de realizar la actividad física y justo al acabarla. De hecho si lo hacemos así, los estiramientos pueden ser perjudiciales.
Si estiramos el músculo en frío o lo hacemos justo al acabar, cuando está en su punto de mayor actividad, podemos lesionarnos con mayor facilidad de lo que creemos. Lo ideal es realizar una sesión específica de estiramientos una vez por semana habiendo calentado la musculatura previamente. Con estos estiramientos ayudamos a que el músculo se drene y recupere mejor.
3. Aprende a descansar
Ya hay algunos ciclocomputadores y relojes que indican el tiempo estimado de descanso que tendrás que tener, antes de la siguiente actividad. Pero lo mejor es que aprendas a escuchar tu cuerpo. A veces pasa que al acabar un entrenamiento corto, puede que te sientas más cansado de lo normal, seguramente a tu cuerpo no le haya dado tiempo a recuperarse del anterior esfuerzo y no has sabido interpretarlo. Aprende a escuchar tu cuerpo y sabrás cuando y cuanto tendrás que descansar. Recuerda que es durante el descanso cuando tus músculos se regeneran y desarrollan. A veces el mejor entrenamiento es un buen descanso, no lo olvides.