Un estudio sugiere que los deportistas de élite tienen mayores riesgos ante el Covid-19
La prestigiosa revista científica The Lancet publicó hace unos días los resultados de su estudio de medicina respiratoria, en el que intentaba averiguar la afección que el coronavirus tenía sobre los deportistas de élite, y si afectaba de algún modo distinto con mayor o menor gravedad en función de esta características.
El coronavirus podría suponer un riesgo ciclista: incide más en deportistas de élite
Sus resultados fueron publicados por los investigadores James H. Hull, Mike Loosemore y Martin Schwellnus el 8 de abril, y en ellos las conclusiones se resumen a una idea que sugieren en las conclusiones de su estudio: los riesgos para atletas con regímenes de entrenamiento de alta intensidad, pueden ser ligeramente mayores ante el coronavirus. Por supuesto, en ese cupo entran los riesgos ciclistas, de corredores de élite.
El estudio de esta relación entre coronavirus y deporte de élite se fundamenta en cuestiones que no son nuevas: una alta intensidad de entrenamiento mantenida en el tiempo, incide en mayor porcentaje en alteraciones transitorias del sistema inmune, inflamaciones o daños musculares. Estos aspectos, por ejemplo, pueden alterar la respuesta que un atleta de élite tendría frente al coronavirus.
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Hace referencia también a la mayor incidencia en personas de más de 60 años y a la gran capacidad de contagio del virus, por lo que se justificarían todas las decisiones tomadas sobre la continuación de entrenamientos y competiciones en equipo.
Todos estos argumentos se tuvieron en cuenta para aplazar el que era el evento más importante de este 2020, los Juegos Olímpicos de Tokio, pues el estudio concluye, de forma explícita, que “hay cohortes de atletas y paratletas con mayor susceptibilidad a la infección del tracto respiratorio y cohortes con afecciones médicas crónicas conocidas, como la enfermedad de las vías respiratorias”, justo el aparato humano que más afectado se ve por el coronavirus.
De hecho, lanza un porcentaje: aproximadamente el 20% de todos los atletas que practican alguna disciplina de resistencia (se trata de un riesgo ciclista, por lo tanto) sufren alguna de estas afecciones.
Hacer ejercicio es importante, apuntan, pero los atletas de alto nivel, para competir necesitan llevar a cabo sesiones de alta intensidad para ir desarrollando y acomodando su nivel físico al de la competición. Y estas altas cargas de entrenamiento se asocian a “perturbaciones inmunes transitorias, inflamación, estrés oxidativo y daño muscular” son las que pueden producir alteraciones que empeoren la respuesta ante la aparición por contagio del coronavirus. Por eso, aconsejan a estos atletas de élite no aumentar las cargas de entrenamiento de forma repentina.
Ante estos datos, y por entrevistas realizadas por la propia revista científica, la mayoría de atletas, como es obvio, manifiestan una alta preocupación sobre el momento para volver a llevar a cabo un esfuerzo físico completo, máximo, sobre todo si es después de una infección por coronavirus. Ante tal cuestión, el artículo sugiere que aunque por juventud y preparación el virus puede ir desapareciendo en torno a los 7 días, así como sus síntomas, se ha observado un mayor riesgo aparente y de mayor deterioro entre los días 7 y 9, por lo que aconsejan cumplir estrictamente como mínimo este período, y si es posible las dos semanas pertinentes de aislamiento y descanso. Ejemplos, como el del ciclista Fernando Gaviria, son algunos de los casos confirmados de coronavirus en este deporte.
Los países en desescalada por coronavirus, ya permiten la práctica de ejercicio físico
Sin embargo, en este artículo científico, la revista The Lancet aclara que estos datos no están constreñidos con las indicaciones generales para llevar una vida saludable. Es decir, da por hecho que practicar cualquier actividad física es un elemento imprescindible para llevar una vida saludable y reducir, por ejemplo, los riesgos ciclistas. Incluso hace referencia a las regiones en aislamiento, que hoy en día supone medio mundo, para que consideren lo antes posible llevar a cabo esas actividades.
En estos momentos, la mayoría de países en cualquier fase de desescalada están permitiendo la práctica de ejercicio físico de forma individual y en algunas franjas horarias concretas, ya que una actividad moderada (entre media hora y una hora durante 3 o 4 días a la semana y a una intensidad de menos del 80%) se asocia directamente con la reducción del riesgo de infección del tracto respiratorio, así como de cualquier tipo de riesgo cardiovascular.
Además, este artículo de The Lancet hace un recordatorio en la importancia de las medidas de prevención e higiene, aspectos que no suponen un riesgo ciclista, pero que sí lo supone en multitud de deportes de absoluto contacto y en los que las medidas de higiene no pueden ser llevadas a cabo de manera óptima.