Diferencias entre las cámaras de Butilo, Látex y TPU
Aunque las cubiertas tubeless están en plena expansión, aún son mayoría los que prefieren la sencillez del sistema con cámara, que aún tiene mucho que ofrecer gracias a sus modelos de última generación con los que se consiguen pesos mínimos y una fantástica resistencia a la rodadura.
Larga vida a las cámaras
Aunque para los que practican un ciclismo deportivo, en cualquiera de sus modalidades, las cámaras puedan parecer algo del pasado en favor del cada vez más habitual sistema de cubiertas sin cámara o tubeless, la realidad nos dice que aún nos una amplia mayoría quienes mantienen la tradicional opción de cubiertas con cámara en sus bicis.
Un buen rendimiento en la mayoría de situaciones y, sobre todo, la ausencia de mantenimiento y la sencillez a la hora de reparar los pinchazos continúan siendo los argumentos que hacen que en mundos como el del ciclismo de carretera o en los desplazamientos urbanos las cámaras sigan estando plenamente presentes.
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Incluso el usuario de cubiertas tubeless no puede prescindir de su uso ya que continúan siendo el seguro de vida para reparar de forma eficiente cuando se sufre un pinchazo en plena ruta, por lo que es algo que no puede faltar en el kit de reparación de cualquier ciclista.
Tradicionalmente las cámaras se han elaborado utilizando goma butilo, salvo los exclusivos modelos de altas prestaciones que elegían el látex a fin de mejorar la calidad de rodadura.
En los últimos tiempos se ha unido un nuevo actor a la oferta, las cámaras elaboradas con poliuterano termoplástico o TPU que han conseguido evolucionar de golpe una tecnología que permanecía prácticamente estancada desde los albores del ciclismo.
Cámaras de butilo
Se trata de las cámaras de goma convencionales que todos hemos utilizado, y en muchos casos seguimos haciendolo.
Se trata de un producto barato y que cumple su tarea realmente bien, consiguiendo una gran retención del aire que hace que en muchos casos no nos tengamos que preocupar de la presión de los neumáticos durante semanas.
Aparte, el butilo es una goma con una considerable capacidad de absorción, lo que redunda en una mayor comodidad de marcha. También hay que sumar la gran facilidad de reparación utilizando parches convencionales, incluso en plena ruta, o sustitución.
Además de los modelos convencionales, podemos encontrar versiones ultraligeras que logran reducir el peso recurriendo a una goma de menor espesor que, por otra parte, le supone perder gran parte de su capacidad de absorción al ser un material menos elástico. No es raro tampoco encontrar versiones antipinchazos que incluyen un líquido sellante en su interior capaz de reparar pequeñas perforaciones.
En el debe de este tipo de cámaras encontramos su peso, que al situarse en el exterior de la rueda es el principal responsable de la resistencia a la rodadura que aportan a las cubiertas bajo las que se utilizan.
Cámaras de látex
El látex es una goma natural de altísima elasticidad que se usa para un sinfín de aplicaciones, entre ellas, cámaras de bicicleta de alto rendimiento.
Este tipo de cámaras se han utilizado tradicionalmente en el interior de los tubulares de competición precisamente por su alta elasticidad y menor peso que una cámara convencional. También, aquellos que buscaban un mejor rodar de sus cubiertas las emplean pese a la fragilidad a la hora de montarlas y que su reparación en caso de pinchazo es más delicada.
La gran elasticidad del látex hace que se adapte plenamente al interior de la cubierta, reduciendo la fricción favoreciendo la adaptación de la cubierta a la carretera, por lo que la calidad de rodadura mejora sustancialmente a pesar de que el ahorro de peso tampoco es excesivamente notorio respecto a las cámaras convencionales.
También cuentan con una mayor resistencia a los pinchazos debido a esta elasticidad que hace que los pinchos lo tengan más difícil para atravesarlas.
El principal problema de usar látex en las cámaras es su gran posoridad, que hace que vayan perdiendo aire de forma progresiva, algo que no es un problema a lo largo de una ruta, pero que nos obliga a verificar a diario la presión de nuestros neumáticos.
Cámaras de TPU
La auténtica evolución del sistema de cámara y cubierta ha venido de las manos del poliuterano termoplástico, un material sintético que permite fabricar unas cámaras con una enorme capacidad de retención del aire, un peso y volumen tremendamente reducidos y una gran elasticidad.
La unión de estas cualidades hace que la mejora en la resistencia a la rodadura de los neumáticos bajo los que las montamos sea enorme, aproximándose mucho a la que obtenemos cuando utilizamos el sistema tubeless.
Al igual que las cámaras de látex, su elasticidad es la responsable de sus características, incluyendo la mayor resistencia a los pinchazos aunque, cuando estos se producen, la reparación exige del uso de parches específicos.
Si bien el coste de las cámaras de TPU es superior a las de látex o butilo, la importante ganancia que aportan en cuando a resistencia a la rodadura y ligereza bien compensan el gasto extra, sobre todo, teniendo en cuenta la mayor duración de este tipo de cámaras.
Por último no podemos olvidar otro aspecto, el reducido espacio que ocupan cuando no tienen aire, lo que unido a su ligereza, las convierten en la opción perfecta para ocupar un hueco en nuestro kit de reparación, incluso para aquellos que prefieran utilizar el sistema tubeless.