5 consejos para disfrutar de tu mountain bike por la nieve
Llegamos justo a tiempo. Se avecina un enero con nevadas, así que va a ser un gran momento para disfrutar de la nieve con tu mountain bike. ¿Sabes cómo hacerlo? Pues aquí tienes unos consejos.
Ciclismo y nieve: una disciplina poco explotada
Salvo en excepcionales puntos del planeta, donde la presencia de nieve es más constante y los ciclistas no tienen más opción que rodar por esa nieve, en el resto del planeta es extraño disfrutar de una mountain bike en la nieve. Estos países, sobre todo los nórdicos como Suecia o Noruega, además están muy preparados. Tratan sus carriles bici como carreteras: bien construidas, bien peraltadas, con sal para prevenir el hielo.
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¿Gafas por dentro o por fuera?
Pero aunque no seamos bálticos y aunque en nieve, como pasa en rallye, nos ganarían los nórdicos, no está de más explorar esa sensación de salir con tu mountain bike por un escenario blanco y frío. Pero, ojo, con cautelas. Aquí tienes 5 aspectos a tener en cuenta.
5 consejos para salir en mountain bike en la nieve
En primer lugar, hay muchos tipos de nieve. Los ciclistas que también esquían saben de lo que hablamos: hay nieve dura, en polvo o directamente hielo. E ir con tu mountain bike sobre cada una de ellas debe provocar ciertos cambios en tu configuración pero sobre todo en tu conducción. La más peligrosa, sin duda, es la congelada, porque conlleva un peor control de la bici. Sea como sea, estos 5 consejos valen para cualquier tipo de piso.
Gomas de nieve o adaptar las que tienes
Lo idóneo es tener neumáticos de nieve. Los hay, Pero por supuesto, para una vez que sales con nieve igual no resulta rentable gastar tiempo y dinero en ellos. Todo depende del uso, por supuesto, pero siempre puedes buscar alternativas.
La más plausible es bajar la presión de tus neumáticos. Es un consejo que siempre damos cuando hablamos de ganar adherencia. Por supuesto, no te pases porque entonces será contraproducente: rodarás menos y corres el riesgo de dañar los neumáticos. Pero reducir la presión sobre medio kilo hará que tengas más seguridad.
No basta con abrigarse
Es un error bastante común. Cuando pensamos en nieve pensamos en frío, no en agua. Y hay que pensar más en agua que en frío. Por eso, además de ropa de abrigo, tu prima debe ser ponerte ropa impermeable. Hazte a la idea que vas a esquiar, porque frío y agua no son sinónimos y porque la nieve, sorpresa, se derrite. Vas a llenarte de nieve que se convertirá en agua, si no llevas ropa impermeable de arriba abajo, pasarás bastante frío, tenlo en cuenta.
Normalmente la ropa impermeable ya aporta bastante calor, al hacer que no evadas tu calor corporal. Así que no necesitarás tanto grosor para abrigarte. Eso sí, paralelamente, hidrátate porque esta ropa impermeable provoca deshidratación, y viste también tus ojos: unas gafas de máscara, incluso las de esquiar, las agradecerás. Ah, y no uses ropa de color blanco.
Luces, incluso de día
Con la nieve y con un temporal de frío, se pierde luz y se pierde visibilidad. En un día soleado ocurre lo contrario sobre la nieve, porque su albedo hace que haya muchísima luz. Pero lo más común es ver nevar con cielo nublado, así que usa las luces incluso de día para mejorar tu visibilidad.
No nos referimos a la trasera, que sí que aconsejamos usarla siempre. Sino a la delantera, para ser visto y no tanto para ver. Hay mucho y bueno donde elegir.
Cambia de pedales
Es algo fundamental. Los pedales automáticos son mejores casi siempre y para casi todo. Pero la nieve es una de esas excepciones. Mejor pedales de plataforma o, como poco, duales, que te permitan echar pie a tierra rápidamente, porque los deslizamientos son mucho más comunes.
Cambiar unos pedales es algo sencillo y te aportará mayor control y seguridad
Reconoce el camino
Haz rutas conocidas, no es hora de inventar sino de disfrutar. Ocurre que bajo la nieve hay muchos obstáculos que no vas a ver y que, por mucha mountain bike que lleves, pueden conllevar una volada. Por eso, ya es bastante riesgo no ver el piso por completo como para encima circular por una senda que no controlas.
Mejor salir por lugares muy transitados y que conoces como la palma de tu mano. Lo vas a disfrutar más porque no se trata de la experiencia de descubrir una ruta, sino la de rodar con tu mountain bike sobre la nive, así que cambia el foco. Y usa GPS más que nunca, te puede salvar de una buena.
En resumen, rodar con tu bici sobre la nieve es una gran experiencia. No la dejes pasar, lo agradecerás.