Nuevo dispositivo móvil de la policía contra las e-bikes modificadas

La generalización de las e-bikes está trayendo al mundo de la bici, especialmente en el ámbito urbano de nuevos problemas relacionados con ellas. Uno de los más graves es el trucado de los motores para evitar la limitación legal que, a nivel europeo, fija la velocidad máxima a la que el motor puede dar asistencia en 25 km/h.

Países Bajos declara la guerra a las e-bikes modificadas por su alta siniestralidad

Las bicis eléctricas se están convirtiendo en un auténtico problema de seguridad vial en los Países Bajos. Ademas de circular ya de por sí a un ritmo más elevado que el resto de las bicis, muchos usuarios las modifican para eliminar la restricción de asistencia a 25 km/h o, directamente, adquieren modelos de las denominas powerbikes, modelos eléctricos que superan esa velocidad, aunque están limitados a 45 km/h, e incluso cuentan con acelerador para no tener que pedalear y que, según la normativa, deben de ser matriculadas como si fueran ciclomotores.

El problema se agrava en Países Bajos por la obligación de circular por su extensa red de carriles bici, la mayorías de los cuales cuentan con los caóticos trazados habituales en ciudad o transcurren a nivel de la acera lo que supone que la presencia de bicis que son como pequeñas motos con pedales, se convierta en un auténtico peligro. De hecho, en la proliferación de este tipo de bici se encuentra gran parte de la causa de los 190 ciclistas fallecidos que registraron Países Bajos en 2022 a la espera de la cifra de 2023 que, es muy posible si continúa la tendencia de los últimos años, se haya incrementado.

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Para tratar de poner coto a las e-bikes que superen los 25 km/h, la policía neerlandesa a presentado un dispositivo móvil con el que poder montar controles in situ en los que verificar si las e-bikes cumplen la normativa vigente.

Es dispositivo en cuestión es una especie de banco de potencia sobre el que los policías pueden colocar la bici y comprobar hasta qué velocidad dan asistencia, y es apto para verificar tantos e-bikes convencionales como las powerbikes, muy comunes por aquellos lares. Además, también son capaces de verificar que el sistema de asistencia al caminar empujando la bici con que cuentan muchas e-bikes no supere los 6 km/h establecidos por ley ya que, al fin y al cabo, ese dispositivo funciona como acelerador, algo prohibido para las e-bikes. De hecho, esta es otra de las modificaciones irregulares que se suelen encontrar en las e-bikes.

247 de estos nuevos bancos de test para e-bikes han sido distribuidos en las dependencias policiales de todo el país y sustituyen a los que se venían usando que, en algunos casos, superan los 15 años de uso en un esfuerzo por redoblar el contro de estas bicis y que puede suponer para el infractor multas de hasta 250 €.