Suspenden por dopaje a un triatleta de 60 años y le echa la culpa a su mujer
Un triatleta de 60 años ha sido suspendido por dopaje tras dar positivo en tres sustancias diferentes (dimetilbutilamina, Ostarine y GW1516). Su nombre es Stephen Costello y dio positivo tras terminar en la posición número 95 de la contrarreloj de la Stone Wheelers, de 25 millas.
La curiosa defensa de Costello: ¡culpar a su mujer!
Costello no negó los resultados de las pruebas, no pidió un contraanalisís. Sin embargo, sí defendió su inocencia con vehemencia. Según su versión fue su esposa la que añadió complementos prohibidos a los batidos sin su conocimiento. Unas bebidas que, para el ciclista -y siempre según su versión- no contenían más que frutas, verduras y hielo.
La señora Costello, además, confirmó lo dicho por su marido. Ella habría empezado a administrar los suplementos a los batidos una semana antes de la prueba, con la única intención -asegura- de ayudarle a perder peso. No lo habría puesto en conocimiento de su marido porque él lo habría considerado "una pérdida de dinero".
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El jurado confirmó la suspensión por dopaje
El jurado, sin embargo, no se dejó convencer por las explicaciones de los Costello. En su consideración la argumentación del matrimonio no se sostiene, entre otras muchas cosas, por el hecho de que estaba usando suplementos que mejoran la resistencia y la reparación muscular "para perder peso".
Así, el tribunal dictaminó que no se habían satisfecho los mínimos requeridos para convencerles de que la ingestión de las sustancias prohibidas "no fue intencional", y en consecuencia se le sancionó con cuatro años de suspensión. Una condena que trata de ser "un mensaje claro para otros ciclistas".
Un nuevo caso dopaje que oscurece este deporte y entristece a todos los que nos sentimos parte de él, de una u otra forma. El señor Costello tendrá que pagar por ello, aunque nunca sabremos, al 100%, si solo fue su mujer la responsable.