Dos fallecidos más por el incendio de una batería de bici en Nueva York
Las baterías de bicis de nuevo en el punto de mira en Nueva York tras el incendio mortal que se produjo hace unos días. Un problema real en la ciudad de los rascacielos que también empieza a generar preocupación entre las autoridades europeas ante el evidente problema de seguridad que provocan las modificaciones que muchos usuarios realizan en sus bicis eléctrica y otros vehículos de movilidad para lograr mayores prestaciones y autonomía.
Las baterías de bici modificadas generas un problema real de seguridad en Nueva York
La llegada de las bicicletas eléctricas y vehículos de movilidad personal al tráfico de las ciudades, si bien ha sido un soplo de aire fresco para unas urbes cada vez más atestadas de vehículos, también han generado multitud de problemas como los que vienen sufriendo desde hace algunos años en Nueva York a causa de los incendios causados por baterías de litio de dudosa procedencia.
El último de ellos, hace tan sólo un par de días, se produjo en un edificio de apartamentos del barrio de Queens, llevándose la vida de un niño de 7 años y su hermana de 19 que quedaron atrapados en la segunda planta del edificio tras la violenta deflagración que se produjo en una bici eléctrica que estaba siendo cargada en el vestíbulo del edificio.
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Una situación que se repite en la gran manzana con 220 incendios producidos por esta causa a lo largo del año pasado y que produjeron 6 muertos y 147 heridos. De hecho, sólo en lo que llevamos de 2023, el departamento de bomberos de Nueva York ya ha informado de 59 fuegos producidos por baterías de litio.
Una siniestralidad que se asocia a la adquisición de baterías a través de internet sin las necesarias homologaciones y a las modificaciones que muchos usuarios realizan en sus bicis y patinetes ya sea para saltar las limitaciones de asistencia impuestas por la legislación o para lograr una mayor autonomía en sus vehículos y que ha llevado a las autoridades de Nueva York incluso a plantear la prohibición de bicis eléctricas y patinetes y establecer medidas de control sobre el mercado de baterias.
Una preocupación que también ha llegado hasta Europa quien comienza a ser consciente de la necesidad de endurecer la regulación en lo que respecta a la venta de baterías de litio y a la reparación de las mismas que, como cualquiera de las manipulaciones mencionadas, también se asocia a los incendios producidos por las mismas.
En todo caso, no está de más recordar las recomendaciones de seguridad asociadas a estos vehículos eléctricos, comenzando por adquirir siempre productos que cuenten con las debidas homologaciones. Aparte, debemos leer detenidamente las indicaciones descritas en el manual del vehículo y de la batería acerca de los rangos de temperatura de operación permitidos, forma de almacenamiento y, sobre todo, procedimiento de carga.
También es conveniente mantener la atención en los dispositivos que estemos cargando y no dejarlos desatendidos. Especialmente, no mantenerlos conectados más tiempo del necesario para la carga. Por supuesto, si observamos que la batería se calienta excesivamente, desprende olor o se ha producido algún daño en su estructura dejaremos de utilizarla inmediatamente.