Por qué cada vez ganan ciclistas más jóvenes y más mayores
Remco Evenepoel, Tadej Pogacar, Thomas Pidcock, Egan Bernal, Marc Hirschi… La nómina de corredores que en los últimos tiempos se han convertido en estrellas de primera línea a los 21 años o antes es extensísima. Todos sabemos ya que la juventud hoy manda. Pero algo que se comenta mucho menos es que, a la vez, la vida profesional de los ‘cracks’ cada vez se alarga más. Todo lo que creíamos saber sobre ciclismo de élite y edad está ahora en tela de juicio. ¿Existen los límites?
La edad en el ciclismo profesional se estira por arriba y por abajo
Quizá el ejemplo más paradigmático, ‘la foto’ de esta tendencia haya que buscarla en el podio de la Vuelta a España 2019. Allí se encontraron, en el segundo y tercer cajón, Alejandro Valverde y el ya mentado Pogacar. El uno con 39 años, y el otro con 20. Casi dos décadas de distancia.
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Los dos siguen compitiendo hoy, por cierto, y si el murciano gana una etapa de alguna de las grandes esta temporada (lo que no es fácil, pero tampoco suena descabellado) se convertiría, con 42 años cumplidos, en el hombre de más edad en conseguirlo. Toda una hazaña que seguro que aún le motiva más.
Pero estos no son ni por asomo casos aislados. Resulta que el top 5 de vencedores más precoces del Tour de Francia lo copan el prodigio esloveno y Egan Bernal, junto a corredores de principios del siglo XX; es decir, cuando este deporte apenas se había profesionalizado. Incluso hay quien ya defiende rebajar la edad máxima del maillot blanco, para que no coincida siempre el líder de la general con el de esta clasificación.
Lo mismo vale para el Tour del Porvenir, donde Gaudu, (una vez más) Poga?ar, Superman López, Quintana, Bernal o Barguil dominan entre los más jóvenes de siempre. Y qué decir de las esperanzas del ciclismo español, que hoy descansan sobre un chaval de 19 años, Juan Ayuso, y otro par de 20, como son Carlos Rodríguez y Raúl García Pierna.
Y, por el otro lado, el más veterano en imponerse jamás en una gran vuelta fue Chris Horner, hace apenas 8 años, en 2013. Lo hizo a sus casi 42. Y, aunque nadie ha vuelto ni siquiera a acercarse, otro Chris (Froome, en este caso) también ha sido ejemplo de resistencia al paso del tiempo.
Se hizo con su primer Tour a los 28, pero en su último Giro ya había cumplido los 33. Este año, cuando cumplirá 37, su sueño sigue siendo completar el repóker en Francia, si bien cada vez parece más lejano.
Pero la cosa no acaba ahí: los otros dos grandes líderes del Sky en la última década, Bradley Wiggins y Geraint Thomas, se llevaron el amarillo a los 32; Richie Porte subió por fin al podio a sus 35, y Mark Cavendish recogió el maillot verde a los 36. Eso, por no hablar de las féminas, donde Annemiek Van Vleuten arrasó el año pasado a los 38.
El secreto: técnicas de entrenamiento y medicina deportiva
En el pasado, se asumía que los ciclistas llegaban a su pico de rendimiento a los 27-28 años. Y, con el fin de llevarles lo mejor posible hasta ese momento, con frecuencia se les ahorraban esfuerzos y se les protegía, primero como amateurs y luego incluso en sus primeros años como profesionales. El caso de Miguel Induráin es tal vez el más obvio: a pesar de convertirse con 20 años y 8 meses en el líder más joven de la historia de la Vuelta, no se echó realmente al equipo Banesto a sus (amplias) espaldas hasta los 26 avanzados.
Pero, en los últimos años, la progresiva profesionalización de las categorías inferiores (sobre todo en lugares como Bélgica, Reino Unido o Colombia) y el avance de las técnicas de entrenamiento ha puesto el foco sobre chicos que rondan los 20. Algo casi inaudito desde los años 60, a excepción de unos pocos casos aislados: Fignon, Ullrich, Berzin o Cunego, todos los cuales bajaron el rendimiento poco después de su eclosión.
Ese es, de hecho, el gran interrogante a día de hoy: ¿será capaz la nueva camada de mantener sus increíbles números a lo largo de los años? ¿O veremos un inacabable sucederse de campeones bisoños? Muchos apuntan a que las vidas deportivas de los Evenepoel o Van der Poel no continuarán más allá de los 30.
Aunque quizá eso también pueda cambiar, gracias a las otras disciplinas que están cambiando el mundo del ciclismo. Hablamos de los avances en nutrición y medicina deportiva, que están haciendo que los corredores más motivados, como ‘el Bala’, se mantengan más tiempo en la élite. Unas técnicas que, por cierto, cada vez están llegando más y más a ‘la calle’. El tiempo sigue siendo un tirano para los que nos subimos a la bici… pero cada vez menos.
Artículo escrito por Iván Fombella.