Comenzar con una MTB de supermercado y llegar a la élite, esta es la historia de Edgar Carballo
El tinerfeño Edgar Carballo es uno de los mejores riders nacionales de la última década y en 2020 dejó el DH un poco de lado para apostar todo al Enduro de la mano del Orbea Fox Enduro Team. Pero él desprende algo que pocos deportistas consiguen, contagiar su ilusión por lo que le apasiona. Eso le ha vuelto único.
Ahora podemos descubrir más sobre su día a día, el paraíso en el que entrena, su historia y cómo llego a la élite desde unos inicios muy humildes, en una familia de pastores, en los que él mismo debía reparar y fabricar sus propios repuestos para la MTB de supermercado con la que comenzó a rodar.
Edgar Carballo y la ilusión imparable de montar en bici
RECOMENDADO
Por qué el maillot de Campeón del Mundo es arcoíris y quién fue el primero en llevarlo
Conoce tu talla de bicicleta en 1 minuto: fórmula y tablas
¿Por qué las bicis son tan caras como una moto o un coche?
3 entrenamientos de una hora para mejorar velocidad, fuerza y resistencia
Cuál es la temperatura máxima a la que se puede hacer deporte
Guía para tener un moreno ciclista perfecto y seguro
Basta con oirlo hablar y verlo rodar por su particular paraíso tinerfeño para que te entren unas irremediables ganas de subirte a tu mountain bike. Quizás eso sea lo que le diferencia al actual subcampeón nacional de Enduro de otros ciclistas de Enduro.
En 2020 fichó por el Orbea Fox Enduro Team y tenía el objetivo puesto en llegar a lo más alto de las EWS, pero el Coronavirus solo puso, a medias, en pausa su objetivo porque vimos como Edgar se acercó demasiado al podio en las carreras de la EWS-E Series que disputó, el nuevo campeonato para e-MTB.
Aunque en alguna entrevista le oímos decir que a veces echaba en falta la rigidez de las bicicletas de DH, ahora es innegable que disfruta mucho con las e-MTB. Y lo podemos comprobar en el vídeo donde le vemos exprimir su Orbea Wild FS M-LTD, en los paradisíacos senderos de su isla.
Seguiremos de cerca la temporada 2021 de Edgar y esperamos que siga difrutando y contagiando las ganas de montar en bici.