El SRAM Red AXS gana su primer Tour
SRAM cada vez cuenta con más relevancia en el mundo del ciclismo de carretera. Desde que en 2019 lanzó su actual Red AXS con una agresiva política de montajes OEM, cada vez es más presente en los montajes. Algo que se refleja en su apuesta por la competición que ahora tiene su recompensa con la obtención del Tour de Francia por parte de Jonas Vingegaard devolviendo a la firma americana a lo más alto de la mejor carrera del mundo, algo que no sucedía desde que en 2009 Alberto Contador lo lograra, por aquel entonces, con un Red mecánico.
Jonas Vingegaard lleva al SRAM Red AXS a lo más alto
No podía arrancar mejor el patrocinio de SRAM al Jumbo-Visma con el que el equipo neerlandés comenzaba, al inicio de la presente campaña, a utilizar los grupos electrónicos inalámbricos de la marca estadounidense. Con el Giro de Italia y el Tour de Francia ya en su haber ahora se preparan para redondear la campaña con el maillot rojo de La Vuelta a España.
Un patrocinio que se suma a los ya contaba con los equipos Movistar Team y Lidl-Trek que llevan ya varios años, no sin cierta polémica en algunos momentos, utilizando el SRAM Red AXS.
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Nos tenemos que remontar al año 2019, cuando SRAM presentaba su actual SRAM Red AXS, que sustituía al anterior Red de 11 piñones y actualizaba su tecnología inalámbrica AXS para hacerla compatible con toda su gama incluida los grupos de montaña y accesorio como su peculiar tija telescópica de accionamiento electrónico.
Un grupo que nacía desde el prisma de la polivalencia, tratando de abarcar desde el gravel hasta el triatlón de larga distancia pasando, por supuesto, por la competición de carretera, siendo capaz de funcionar indistintamente en configuraciones de doble plato o monoplato. En él destacaba el cambio de paradigma en los desarrollos ya que, sobre la base de sus casettes XD-R con piñón de 10 dientes se optaba por unas combinaciones de dentados de platos que trajeron controversia desde el minuto uno.
Proponía la marca para los profesionales unos platos 50/37 que, en combinación con el piñón de 10 dientes, debería aportar un desarrolló suficiente para los profesionales. Sin embargo, pronto comenzaron las quejas por parte de los ciclistas de Movistar Team que achacaban sus malos resultados esa campaña a los extraños desarrollos. La marca finalmente tenía que claudicar elaborando unos platos 52/39 exclusivamente para ellos ya que inicialmente no fueron comercializados aunque, actualmente sí se puedan encontrar junto a 54/41 y 56/43, combinaciones auténticamente monstruosas.
En todo caso, SRAM lanzaba un duro órdago a Shimano en la eterna lucha por ganar cuota de mercado no sólo un un grupo bien resuelto y con un funcionamiento rápido, preciso y eficiente. También acompañaba esta puesta de largo con una agresiva política de montajes de serie llegando a acuerdos con numerosas marcas que desde el mismo día de su presentación inundaron el mercado equipando sus bicis tope de gama con el nuevo Red AXS.
Como decíamos, al inicio de esta temporada SRAM daba una vuelta de tuerca en su inversión de marketing y, de forma inesperada se hacía con el patrocinio del Jumbo-Visma, otrora una de las estructuras con patrocinio directo de fábrica por parte de Shimano que, además, cuenta con su sede central europea en Países Bajos.
Ya en la misma campaña de ciclocross veíamos a Wout van Aert utilizar desde los primeros días de enero el grupo estrella de los norteamericanos ganando una carrera tras otra sobre la nueva Cervélo de ciclocross. Algo que se repitió en el espectáculo que el belga nos brindó en las clásicas pese a no ser tan exitosas como nos tiene acostumbrados.
De ahí llegamos al Giro de Italia donde Primoz Roglic nos sorprendía en las últimas y duras etapas en los Dolomitas recurriendo a desarrollos de bici de graven con una combinación monoplato que a punto estuvo de darle un susto cuando se le salía la cadena en la decisiva cronoescalada final.
Todas las opciones de Vingegaard
No ha tenido sustos en el aspecto mecánica Jonas Vingegaard quien nos sorprendía utilizando la conficuración monoplato en la primera etapa, de estilo clásica, en los alrededores de Bilbao y en el resto de etapas llana aunque, a diferencia de Roglic, sobre la aerodinámica Cervélo S5, renovada a mediados del pasado año y ya con este uso en mente. De hecho, es una configuración que ya vimos usar a Wout van Aert en citas como la Milán-San Remo. El desarrollo elegido por Jonas Vingegaard estos días fue un plato de 52 dientes combinado con un casette 10-36. Todo ello con el fin de hacer que la S5 fuera lo más ligera y aerodinámica posible.
En el resto del Tour de Francia, utilizando la escaladora R5, Jonas Vingegaard ha optado por los platos 52/39 en combinación con el casette 10-33, o incluso el 10-36 en las etapas más duras para hacer frente a los terribles rampones que encontraron en algunos puertos como Marie Blanque, Puy de Dome o Col de la Loze.
Para la decisiva etapa contrarreloj el arma del danés fue la flamante P5 que iba equipada con una durísima combinación 56/43 y piñones 10-33 que Vingegaard fue capaz de mover con total soltura para dejar prácticamente sentenciada la carrera ese día.
También ha sido un Tour de Francia productivo para SRAM a través de otro de sus equipos patrocinados, el Lidl-Trek que ha contado con el protagonismo de Giulio Ciccone logrando el codiciado maillot de la montaña a la vez que se adjudicaba una etapa de la mano de Mads Pedersen.